Dios una vez más sanará nuestra tierra

¿De qué somos presos hoy en día? ¿De quién somos esclavosí ¿De quién somos tributariosí ¿A quién rendimos adoración y alabanza? ¿A quién servimosí ¿En dónde esta nuestro tesoro? ¿A quién honramos con nuestras acciones y pensamientosí

Estas y más preguntas debemos hacernos, es necesario que con sinceridad descubramos la respuesta, es preciso que seamos honestos con nosotros mismos y que aceptemos nuestra realidad.

Me he preguntado muchas veces ¿qué es lo que ha pasado con la humanidad? ¿Cómo es posible que nos empeñemos en destruirnos y no solo a nosotros sino al resto de la creación de Diosí, existen muchos cambios en la naturaleza causados por nosotros mismos y nos sorprende la fatalidad de los fenómenos climatológicos.

Nos matamos unos a otros en muchas ocasiones guiados solo por la ambición, no cabe duda que la raíz de todos los males es el amor al dinero y el deseo incontrolable de poder.

Nuestra tierra está enferma por causa nuestra, el pecado ha avanzado a gran velocidad, pero también es cierto que la gracia de nuestro Dios sobreabunda, también es cierto que el evangelio no se detiene, es tiempo de que nos levantemos y hagamos algo más que estar expectantes haber que ocurre.

Porque si bien no hacemos mal, muy probablemente a muchos nos ha faltado levantarnos de las sillas y hacer el bien, es por ello que hoy me gustaría invitarles a que nos unamos en oración, pero que también actuemos, el Señor nos escuchará, recordemos:

2 Crónicas 7:14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

Es pues de nosotros la responsabilidad, del pueblo que invoca el nombre del Señor, no de los gobernantes, no de los líderes mundiales, no de las empresas, no de las grandes organizaciones, es nuestra y debemos asumirla.

El Señor nos oirá si buscamos su rostro y nos apartamos del pecado y caminamos hacia él, y así es, nos oirá desde los cielos y nos perdonará una vez más, una vez más su misericordia nos alcanzará, una vez más nos librará de nuestra propia iniquidad, una vez más sanará nuestra tierra.

Dios les bendiga.