El Alcanzar A Los Perdidos
«DIOS… NOS ENCARGÓ A NOSOTROS LA PALABRA DE LA RECONCILIACIÓN» (2 Corintios 5:19)
¿Por qué no compartimos nuestra fe con los demásí (a) Porque no estamos seguros de ella; (b) Porque no sabemos cómo hacerlo; (c) Porque tememos ser rechazados. Ninguna de estas razones será aceptada cuando estemos delante de Dios. Pablo dijo: «…ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe… el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hechos 20:24). No tienes por qué ser elocuente, ¡sólo tienes que contar la historia! ¿Qué historia? Escucha: «Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación» (2 Corintios 5:19).
¿Por qué nos deja el Señor aquí en la Tierra con todos los sufrimientos, penas y pecados después de haber aceptado a Cristo? ¿Por qué no nos llevó directamente al Cielo? A fin de cuentas, podemos alabar, tener compañerismo, orar, cantar, escuchar la Palabra de Dios e incluso pasarlo bien en el Cielo. De hecho, sólo hay dos cosas que no podemos hacer allí pero sí en la Tierra: pecar y dar testimonio a los no creyentes.
¡Baja la presión! No tienes que convencer o convertir a nadie; simplemente comparte con ellos las respuestas que has encontrado a las preguntas que están enfrentando, y hazlo con tacto: «Andad sabiamente para con los de afuera… Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno» (Colosenses 4:5-6).
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.