Apuntando Hacia El Cielo

Apuntando Hacia El Cielo

…PREFERIMOS… HABITAR CON EL SEÑOR (2 Corintios 5:8 La Biblia de las Américas)

La sensación de que viviremos eternamente en algún sitio ha forjado a cada civilización en la historia. En las pirámides de Egipto, los cuerpos embalsamados tenían mapas al lado de ellos como guías para el mundo futuro. En el año 125 dC, un griego llamado Aristides escribió: «Cuando un seguidor de Cristo se va de este mundo, se alegra… y acompaña a su cuerpo con canciones de acción de gracias como si se marchara desde un lugar hacia otro cercano». En el año 1952, la joven Florence Chadwick entró en el Océano Pacífico, cerca de la isla Catalina, decidida de nadar hasta las tierras de California. Ya había sido la primera mujer que cruzara el Canal de la Mancha, ida y vuelta. El tiempo era nubloso y frío; casi no podía ver los barcos que le acompañaban. A pesar de ello, nadó durante quince horas. Cuando pidió que le sacaran del agua, su madre que estaba en un barco junto a ella le dijo que se encontraba muy cerca de la meta y que lo podía hacer. Finalmente, agotada física y emocionalmente, dejó de nadar y le sacaron del agua. No fue hasta que estaba en el barco que descubrió que la orilla quedaba a sólo unos ochocientos metros de distancia. Al día siguiente, en una rueda de prensa, dijo: «Todo lo que podía ver era la niebla» Pienso que si hubiera podido ver la orilla, lo habría conseguido.

El Cielo no es un mito; es un «imán» que nos atrae hacia la dirección de nuestro hogar, un hogar que Pablo describió como …muchísimo mejor…(Filipenses 1:23b). Hijo/a de Dios, no importa lo dura que pueda llegar a ser la vida, mantén tus ojos fijos en la «orilla» celestial; saca fuerzas del Señor cada día, y ¡lo conseguirás!

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra…(Colosenses 3:2)

En su colección de dibujos animados a la que se conoce por Far Side, Gary Larson muestra un error muy generalizado referente a lo que es el Cielo. En la escena se ve a un hombre con alas de ángel y una aureola por encima de la cabeza, sentado en una nube, y sin nada que hacer. Se ve una viñeta que dice: «¡Qué pena que no me traje una revista…!». ¿Cómo es que hablamos tan poco acerca del Cielo? ¿Es que nos hemos olvidado de él? Escucha: «[Satanás] abrió su boca para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su Nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el Cielo» (Apocalipsis 13:6). Satanás difama lo siguiente: (1) La persona de Dios; (2) El lugar de Dios, el Cielo; (3) El pueblo de Dios. Después de haber sido expulsado del Cielo (lee Isaías 14:12-15), debe ser desesperante para Satanás saber que nosotros podemos entrar al hermoso hogar de donde él fue expulsado.

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Apuntando Al Cielo

 

¿Hay una mejor forma de atacarnos que susurrándonos mentiras sobre el lugar del cual Pablo nos dice que nos fijemosí Si creemos sus mentiras, nos concentramos en esta vida y no en la venidera. Entonces, no estaremos motivados en esforzarnos para que otros se vayan con nosotros. C.S. Lewis escribió: «Los creyentes que más hicieron por este mundo fueron aquéllos que más pensaron en el venidero. Comenzando con los apóstoles que iniciaron el cambio del Imperio Romano, pasando por los grandes hombres que construyeron la Edad Media, y llegando hasta los ingleses evangélicos que abolieron el tráfico de esclavos, todos ellos dejaron una «huella» en este mundo, precisamente porque sus pensamientos estaban centrados en el Cielo. Desde que los cristianos «en general» han dejado de pensar en el más allá, se han vuelto totalmente ineficaces en el mundo en el cuál estamos. Apunta hacia el Cielo y recibirás la Tierra también; apunta hacia la Tierra y no recibirás ninguno de los dos….»

«…sus siervos lo servirán… y reinarán por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 22:3b,5b)

La Biblia describe el Cielo como un jardín, una ciudad y un hogar. Los tres precisan de la habilidad, del trabajo y del mantenimiento. ¿Será por esto que nos dicen que en el Cielo serviremos a Diosí El servicio es activo, y no pasivo. Da la impresión de que estar en el Cielo conlleva un servicio permanente, libre de deterioro o fatiga, y realizado con recursos ilimitados. La Biblia dice que vamos a reinar con Cristo, a dirigir y a tomar decisiones importantes (lee Lucas 19:16-19). Esto significa que estableceremos objetivos, elaboraremos planes y compartiremos ideas. De hecho, los mejores días de trabajo en la Tierra son sólo un anticipo del gozo que la labor nos proporcionará en el Cielo. Por cierto, el servicio a Cristo ahora determinará nuestra posición luego. Los oficios relacionados con este mundo caído probablemente no existirán, tales como el del dentista (caries), de la policía (crimen), del director de la funeraria (muerte) y muchos otros. Pero esto no significa que vamos a estar sin hacer nada. Lo que ahora es un mero interés o un hobby, puede convertirse en una vocación allí. No obstante, es posible que otras personas continúen haciendo trabajos similares a los que están haciendo ahora, como el de jardinero, ingeniero, constructor, artista, profesor, músico, científico, artesano y muchas otras profesiones. La diferencia es que trabajaremos sin el obstáculo del agotamiento, del dolor, de la corrupción y del pecado (lee Apocalipsis 21:4-5).

El autor Víctor Hugo habló de cómo anticipaba su trabajo en el Cielo con estas palabras: «Todavía no he expresado ni una milésima parte de lo que yace en mi interior. Cuando muera, podré decir: «Mi jornada de trabajo ha terminado», pero no diré: «Mi vida ha terminado». ¡Mi tarea continuará la mañana siguiente! La tumba no es una «calle sin salida» sino una «vía de comunicación»; se cierra al atardecer, pero se abre al amanecer.

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