¿Qué te detiene? ¡El Miedo A Triunfar!

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¿Qué te detiene? ¡El miedo a triunfar!

«…PONÍAN LÍMITE AL SANTO DE ISRAEL» (Salmo 78:41 JBS)

Unos científicos llevaron a cabo un experimento en el que metieron a unas ramas en tarros de cristal individuales, tapados para que no se escaparan. Al principio las ranas no dejaban de saltar, queriendo escapar, pero en cada intento se chocaban con la tapa. Después de treinta días de esfuerzos fallidos sucedió algo curioso. Cuando quitaron las tapas de los tarros, las ranas no se escaparon, aunque podrían haberlo hecho. ¿Por qué? Porque se habían convencido de que la tapa del tarro era el tope adonde podían llegar; es decir ¡su creencia las mantuvo atrapadas! Los israelitas hicieron lo mismo, pues «…ponían límite al Santo de Israel» (Salmo 78:41 JBS) y «…no se acordaron de su poder…» (Salmo 78:42 LBLA).

¿Estás aferrado a una forma de pensar que te limita, aunque no tenga base de verdad y esté saboteando tu futuro? ‘Soy demasiado joven, demasiado viejo, soy mujer, mi nacionalidad es un problema, no tengo estudios, no tengo talentos, no tengo contactos, he fracasado muchas veces, etc.’. El miedo a triunfar se deriva de:

1) temor de no ser digno de éxito;
2) temor de no poder satisfacer las expectativas y cumplir con los compromisos que conlleva el éxito;
3) temor de ser rechazado por aquellos a quienes no les agradan tus triunfos;
4) temor de perder control de tu vida privada;
5) temor de decir «no» a amigos y familiares que se sienten con derecho a controlarte.

¡Deshazte de esa forma de pensar que te limita! No solamente Dios te va a conceder éxito, también te dará la capacidad y la fortaleza para manejarlo.

«…EL SEÑOR ES MARAVILLOSO Y … SE PONE CONTENTO CUANDO [SUS SIERVOS] TIENEN ÉXITO» (Salmo 35:27 PDT)

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Miedo De Tener Éxito Y La Biblia

El miedo a triunfar se caracteriza por estos seis comportamientos; comprueba si tienes alguno de ellos:

1) posponer las responsabilidades;
2) tener bajo rendimiento;
3) centrarte en los que te rechazan en lugar de los que te aceptan;
4) desviarte de tu objetivo por tantas cosas insignificantes que te impiden dedicarte a lo principal;
5) hablar de lo que planeas hacer «un día»;
6) creer que otros se merecen el éxito pero tú no.

Pregunta: ¿Estás sirviendo al señor? ¡Entonces estás calificado para triunfar! Es cierto que Dios te va a ayudar cuando lo necesites. Pero también Él quiere que prosperes para que empieces a ayudar a otros en sus necesidades. Dios le dijo a Abraham dos cosas: primero, le prometió que lo bendeciría grandemente; segundo, le prometió que le haría una gran bendición para otros (Génesis 12:2). ¡Y así sucedió!

Escribe Salomón: «…El dinero es la respuesta para todo» (Eclesiastés 10:19 LBLA). ¿Qué quiso decir con eso? Que el dinero construye escuelas, iglesias y hospitales; erradica la pobreza y el analfabetismo; finanza la investigación que inventa curas para enfermedades incurables. Pero muchos de nosotros estamos tan centrados en las calles de oro del cielo que no vemos las calles de la tierra llenas de sufrimiento y necesidad. Tienes que entender lo siguiente: Dios te va a recompensar en función de tu servicio a los demás. «…El Rey, les dirá: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis»» (Mateo 25:40). Ésa debería ser tu mayor motivació n para querer triunfar.

«LOS QUE ME AMAN HEREDAN RIQUEZAS; LLENARÉ SUS COFRES DE TESOROS» (Proverbios 8:21 NTV)

Si quieres superar el miedo al éxito y a estar en una posición de bendecir a otros:

1) Confronta tus temores abiertamente.

La Palabra de Dios dice que Él desea que prosperes (Josué 1:9). La cuestión es si estás listo para actuar basado en Su Palabra. ¿Crees que otros tienen derechos a triunfar pero tú no? ¿Crees que está bien llegar hasta cierto punto, pero ir más allá no le agradaría a Dios? Tienes que confrontar ese modo de pensar no bíblico.

2) Determina el origen de las creencias erróneas que puedas albergar en relación con tu valía personal.

Algunas áreas a considerar son: el rechazo de tus seres queridos; las comparaciones con otros; los estereotipos e imágenes de los medios de comunicación; las palabras de inferioridad y el rechazo, los cuales se repiten en tu mente como un disco rayado.

La percepción de tu valía personal va a desempeñar un papel fundamental en lo que vayas a conseguir en la vida, así que cambia la opinión que tienes de ti. Que tu modo de pensar y tus palabras coincidan con lo que Dios dice de ti. «…No temas, porque yo te redimí… No temas, porque yo estoy contigo» (Isaías 43:1,4-5). Date cuenta de que algunos comportamientos tuyos están dañándote y decide ponerlos fin. Y deja de esperar «una mejor oportunidad» o hasta que llegue «el momento oportuno». Dios dice «Yo estoy contigo». Así que confíale los tiempos y las circunstancia s y avanza con seguridad.

«…JEHOVÁ LO HACÍA PROSPERAR EN TODAS SUS EMPRESAS» (Génesis 39:3)

Para poder superar el temor a prosperar, debes hacer estas seis cosas:

1) Concédete suficiente tiempo para completar las tareas de las que depende tu éxito.

2) Cuida de no cantar victoria antes de tiempo y de no hacer cosas que se interpongan en el camino al triunfo.

Por ejemplo, si acumulas cierto efectivo para invertir en tu pequeño negocio pero luego te lo gastas en ropa en lugar de hacer marketing y publicidad.

3) Sigue los debidos contactos con aquellos individuos que podrían influir y afectar positivamente tu camino al éxito.

Elimina la idea de tu mente de que no eres digno de su atención, o de que no van a darle importancia a alguien como tú. «¿Has visto hombre solícito en su obra? Delante de los reyes estará…» (Proverbios 22:29 JBS). Booz no solamente era el dueño del campo en el que Rut estaba espigando sino que se enamoró de ella y la hizo su esposa. Hoy en día hay personas que te observan que están en condiciones de bendecirte.

4) Asóciate con personas que tienen los objetivos claros y que demuestran buena moralidad en sus acciones.

Fíjate en cómo operan e imita esos aspectos de su comportamiento que honran a Dios.

5) Considera todo el bien que podrías hacer si prosperas.

Piensa en todas las obras de voluntariado, o en los ministerios y causas que puedes apoyar si tuvieras recursos que superen tus necesidades.

6) Entiende que el éxito fue idea de Dios y que nos lo concede para cumplir Sus propósitos.

Mientras tus motivos sean agradar a Dios y hacer Su voluntad puedes proclamar este versículo de la Biblia: «…El Señor lo hacía prosperar en todas sus empresas» (Génesis 39:3).

2 COMENTARIOS

  1. GRACIAS EN VERDAD MUCHAS GRACIAS, POR EL CUMULO DE ENSEÑANZA EN LA EXPLICACIÓN DE LA PALABRA DE NUESTRO DIOS; JEHOVA BENDIGA A NUESTRA PATRIA, DESTIERRE TANTA IDOLATRIA.

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