Pero Señor – La Historia de Vincent Van Gogh

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Pero Señor – La Historia de Vincent Van Gogh

YO TENÍA EL PROPÓSITO DE EDIFICAR… PERO DIOS ME DIJO:… (1 Corintios 28:2b,3)

La pasión de Vincent por el ministerio le llevó a los yacimientos de carbón de Bélgica, donde predicaba a los mineros, atendía a los enfermos y daba de comer a los hambrientos, ganándose un lugar en el corazón de la gente.

Su iglesia estaba abarrotada de personas deseosas de aprender más acerca de Jesús. Sin embargo, sus superiores no estaban contentos, debido a que les parecía mal cómo vestía Vincent, que viviera en una choza y que diera su salario a la población.

«Tienes peor aspecto que la gente a la que has ido a enseñar», le decían. ¿No habría hecho Jesús lo mismo?, les respondía él. Sus jefes no estaban de acuerdo, por lo que le expulsaron del ministerio.

Estaba herido y enfadado; su único deseo había sido construir una iglesia que glorificase al Señor y por lo tanto, ¿por qué Dios no lo permitió?

Después, un día, vio como un minero forcejeaba bajo una carga de carbón. Conmovido por la escena, empezó a dibujar la encorvada figura, y aunque no se dio cuenta en aquel momento, había descubierto su verdadero llamado.

El joven predicador que fue rechazado por su denominación se convirtió eventualmente en un artista que el mundo siempre recordará: Vincent van Gogh.

¿Cómo reaccionas ante las interrupciones en tu vida del tipo: «Pero Señor…»? ¿Te quejas continuamente, o buscas su mano en ellas?

«David… dijo: «Yo tenía el propósito de edificar una Casa en la cual reposara el Arca…. Pero Dios me dijo:… «Salomón, tu hijo, él edificará mi Casa…» (1 Crónicas 28:1,3,6).

Cuando el Señor desaprobó sus planes, David cambió inmediatamente su «Pero, Señor…» con un «Sin embargo, el Señor…» y declaró: «Sin embargo, el Señor…, me eligió… para que fuera rey de Israel» (v. 4).

En vez de quejarse de lo que no consiguió hacer, David se gozó en cómo Dios ya le había bendecido por ascenderle de pastorear ovejas a liderar a la nación de Israel. ¡Piensa en ello!

HE DESEADO… ESCRIBIRLES ACERCA DE LA SALVACIÓN…, Y AHORA SIENTO LA NECESIDAD DE HACERLO PARA… QUE SIGAN LUCHANDO… POR LA FE…» (Judas 3 Nueva Versión Internacional)

Max Lucado escribió:

«Un día, me levanté temprano para ir a una reunión… y encontré un paquete de galletas. El día anterior, nuestra hija había acudido a una venta de galletas, por lo que pensé que las había puesto para mí. Comí una… una textura interesante… Comí una segunda… con café estaban mejor.

Me llevé una tercera para el camino, y me habría llevado la cuarta, pero era la última que quedaba. Más tarde llamó mi mujer por teléfono:

Parece ser que alguien ha tocado la bolsita, dijo. Fui yo, le admití, «He comido galletas mejores, pero no estaban mal». ¡Pero si no eran para ti!, contestó ella, ¡eran galletas caseras para los perros!.

Durante todo el día me rasqué la barriga, tuve un tic nervioso en la pierna y una sed insoportable. Tenía que haber consultado a la cocinera.

La Biblia dice: …Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad (Filipenses 2:13).

Así que, cuando sientes un «tirón» del espíritu, probablemente, Él está intentando atraer tu atención, porque prometió: …te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos (Salmo 32:8). De manera que, debes escucharle y hacer lo que dice.

Judas dijo: he deseado… escribirles acerca de la salvación…, y ahora siento la necesidad de hacerlo para… que sigan luchando… por la fe… (Judas 3 Nueva Versión Internacional).

Judas quería dedicar su epístola a un tema, pero el Señor tenía otros planes. Hace un siglo, F. B. Meyer escribió:

¿Tienes dificultad para encontrar tu camino?

Acude a Dios… obtén dirección de la «luz» de su «sonrisa» o de la «nube» de su negativa espera en silencio y expectante, aunque todo a tu alrededor te anime a tomar acciones inmediatas.

La voluntad del Señor se manifestará claramente, y tendrás un nuevo concepto sobre quién es Dios.

«EL CORAZÓN DEL HOMBRE SE PROPONE UN CAMINO, PERO EL SEÑOR ENDEREZA SUS PASOS» (Proverbios 16:9)

Se dice que cuando Colón partió, él no sabía a dónde iba, cuando llegó, no sabía dónde estaba y cuando regresó, no sabía dónde había estado.

De vez en cuando, todos necesitamos ayuda para decidir qué dirección tomar, si mudarnos, aceptar cierto puesto de trabajo o comprometernos en una relación.

Antes de tomar una decisión, «…David consultó al Señor…» (2 Samuel 2:1). ¡Ésta siempre es una iniciativa muy sabia!

La Biblia dice: «El corazón del hombre se propone un camino, pero el Señor endereza sus pasos» (Proverbios 16:9). Así que, ¿cómo nos guía Él? A través de:

(1) Su Palabra:

La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros… con toda sabiduría (Colosenses 3:16).

Un autor escribió: La Biblia es para el Señor lo que un guante estéril para el cirujano. Por medio de ella, Él llega a ti para hacer mella en lo más profundo de tu ser. Pero requiere que la leas, que la interiorices y que actúes en consecuencia.

(2) La oración y de escuchar su voz:

Jesús dijo: «Mis ovejas oyen mi voz y Yo las conozco, y Me siguen» (Juan 10:27).

E Isaías escribió: «…tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: «Este es el camino, andad por él» (Isaías 30:21); es la clase de certidumbre que necesitas.Por lo tanto, por nada estés angustiado, sino sean conocidas tus peticiones delante de Dios (cfr. Filipenses 4:6).

(3) El sabio consejo:

Otros han estado donde te encuentras ahora, así que, considera cuál haya sido el resultado de su conducta e imita su fe (cfr. Hebreos 13:7b). ¿Va mal tu negocio?

Habla con un empresario de éxito. ¿Estás pasando por la crisis de los cuarenta? Antes de hacer algo de lo que te puedas arrepentir, pide ayuda.

Salomón dijo: «Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo» (Proverbios 12:15).

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