Hebreos 11: 1 La Fe Es La Certeza De Lo Que Se Espera

La Fe Es La Certeza De Lo Que Se Espera – Hebreos 11: 1

¿Alguna vez ha estado en una situación en la cual se ha dado por vencido? Ha orado muchísimo. Ha aprendido más de lo que se podía sobre una escritura en particular. Ha hablado sobre su situación con todos los líderes y consejeros piadosos. Y sin embargo, cuando llega la noche se siente completamente cansado y no tiene más fuerza para seguir.

Es en esos momentos debemos ser enérgicos y recordar que todo lo que hacemos es por la fe. Nuestros puestos de trabajo, relaciones, familias, escuela, etc., lo tenemos por la fe. Necesitamos fe para seguir adelante cuando todo parece perdido. Nuestra fe se activa por lo que conocemos acerca de Dios y su fidelidad a través de su palabra. A través del poder del Espíritu Santo, que puede moverse para darnos más allá de nuestras propias dudas y temores al confiar en Dios, a pesar de lo que vemos frente a nosotros sea negativo.

La fe en Dios es lo que nos diferencia de todos los demás. Los que aman al mundo están motivados por el dinero, la fama, la lujuria, y lo material. Además, todo lo que les motiva es temporal y vacío al extremo. Nuestra fe en el Dios vivo renueva nuestra fuerza y siempre hace florecer frutos espirituales a pesar de que no siempre podemos verlos en el momento.

Una característica de la fe es que no podemos ver cómo todo esta sucediendo para nuestro bien fuera de nuestros ojos. Más aún, sabemos que Dios tiene nuestro futuro y un plan para nuestras vidas. Nosotros caminamos por fe y no por vista por el testimonio que tenemos en nuestro interior. La presencia de Dios está en nuestras vidas es evidente para los que nos rodean, incluso si ellos no lo entienden.

Nuestra mayor batalla en esta tierra no es necesariamente con el mundo, la carne, o el diablo. La mayor batalla sucede dentro de nuestros corazones para creerle a Dios por encima de todo. Es cuando miramos al cielo y creemos con todo nuestro corazón que nuestra ayuda viene del Señor.

Oración:

Amado Señor, se que mis fuerzas se debilitan y tengo que recordar que debo trabajar profundamente mi fe en ti para que pueda seguir adelante. Ayúdame a través del poder del Espíritu Santo para aumentar mi fe cuando todo lo demás parece fallar a mi alrededor. En el nombre de Jesús, amén.