¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio?

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¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio?
¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio Según La Biblia?

¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio?

“NO OS ACORDÉIS DE LAS COSAS PASADAS NI TRAIGÁIS A LA MEMORIA LAS COSAS ANTIGUAS” (Isaías 43:18)

El divorcio es una de las cosas más dolorosas que puede sufrir el corazón humano. Si has pasado por ello, sabrás que es cierto. Si no es tu caso, da gracias y ten compasión de quienes han sido destrozados por el divorcio. ¿Te ha aplastado alguien en quien confiabas? ¿Te abruma la soledad a altas horas de la noche? ¿Te sientes como si estuvieras atado de manos? ¿Te disgusta el que tus amigos no parezcan entenderte? No te desesperes, la situación actual cambiará. Te recuperarás, te restaurarás y no te quedarás siempre caído. Llevará su tiempo y tendrás que poner mucho empeño de tu parte. Habrá episodios de tristeza en el camino al triunfo, pero por la gracia de Dios aprenderás a vivir de nuevo y a amar otra vez.

Daremos algunos principios claves para responder algunas de las siguientes preguntas:

¿Cómo superar un divorcio no deseado? ¿Cómo superar el dolor de un divorcio? ¿Cómo aceptar un divorcio? ¿Cómo olvidar un divorcio? la tristeza por divorcio, la depresión por divorcio, la depresión después del divorcio ¿Cómo recuperarse de un divorcio por infidelidad?.

¿Cómo Superar Un Divorcio?
¿Cómo Superar Un Divorcio?

Conforme te acerques a Dios y examines Su Palabra, Él te revelará el secreto de la paz interior y cómo recuperar tu vida. Si eres la parte inocente, lee este versículo y guárdalo en tu corazón: “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (Salmo 147:3). Si eres la parte culpable, recuerda que el pecado cometido no es imperdonable. Tus fallos pueden ser perdonados y olvidados. Dios te promete: “Yo, sí, Yo solo, borraré tus pecados por amor a Mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos” (Isaías 43:25 NTV). Tanto si eres la parte inocente como la culpable, la palabra de hoy para ti es: “Olvidad las cosas de antaño; ya no viváis en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! … Estoy abriendo un camino” (Isaías 43:18-19 CST).

¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio? “YO OS RESTITUIRÉ LOS AÑOS” (Joel 2:25)

Recuperarse de un divorcio y aprender a vivir de nuevo lleva tiempo. Por eso, ten paciencia. Seguramente atravesarás las mismas etapas que si se tratara del duelo:

1) La negación.

Tratarás de pasar por alto o minimizar lo ocurrido con la esperanza de que desaparezca. Temes la confrontación y te niegas a enfrentarla. No buscas la ayuda de un profesional porque crees que “al final todo se arreglará”.

2) El enojo.

Al rechazarte alguien, tu autoestima se ve afectada y reaccionas de mala manera. Te expresas despiadadamente y sin prestar atención a tus palabras, debido al caos emocional que sientes, diciendo cosas como: ‘¡Bien! ¡Me alegro de que esto se haya acabado! ¡Espérate, que verás cómo encuentro a alguien que me quiera y me aprecie de verdad!’.

3) La negociación.

Tras darte cuenta de que el enojo solo te arrebata la alegría y agrava la situación, decides buscar una solución o arreglo. Y cuando no funciona, pasas a la siguiente fase.

4) La depresión.

Esta te embiste en los momentos más inoportunos: cumpleaños, vacaciones y aniversarios. Brota cuando ves “vuestra” película favorita en la televisión, o vas a restaurantes que te traen recuerdos que ahora te deprimen. A las dos de la mañana estás en vela y no logras conciliar el sueño. La depresión suele ser la consecuencia de una introspección, porque no es posible pensar mal y sentirse bien a la vez. ¿Qué hacer, entonces? Aprender a disciplinar los pensamientos, marcarse nuevas metas en la vida y concentrarse en ayudar a alguien. Cuando Job oró por sus amigos, Dios lo sanó y le restituyó sus riquezas (véase Job 42:10). Y Él también te restaurará las tuyas, así que sigue confiando en Él y no desmayes.

¿Cómo Recuperarse De Un Divorcio? “AUN CUANDO NO HABÍA MOTIVOS PARA TENER ESPERANZA, ABRAHAM SIGUIÓ TENIENDO ESPERANZA” (Romanos 4:18 NTV)

Examinemos las últimas tres etapas de la recuperación tras un divorcio.

5) La aceptación.

Sí, es posible la aceptación, y llega en su debido momento. En ocasiones puedes sentir una punzada de culpa por no estar ya deprimido y triste. ¿Qué sucede? Que has dejado de luchar. La guerra interior se ha calmado y has empezado a tener paz, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano (véase Filipenses 4:7).

6) La esperanza.

“Aun cuando no había motivos para tener esperanza, Abraham siguió teniendo esperanza … De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio la gloria a Dios. Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete” (Romanos 4:18, 20-21 NTV). Algo dentro de ti surge y dice: ‘Volveré a vivir y volveré a amar. Mi vida no se ha acabado’. Ahí es cuando re-descubres el propósito, entablas nuevas amistades y empiezas a fortalecerte. Emocionalmente maduras rápido y eso se convierte en una ventaja.

7) La realización personal.

Igual que David, dirás: “No moriré; sino que viviré para contar lo que hizo el Señor” (Salmos 118:17 NTV). Ya se trate de una nueva relación, de otro trabajo o de algún logro, Dios se ocupará de que te puedas sentir realizado. Es el punto en que no se oyen quejas porque ya no necesitas revivir recuerdos del pasado relacionados con fracasos o traiciones. El Dios que dijo: “¡Yo hago todo nuevo!” (Apocalipsis 21:5 CST) te está dando un nuevo futuro y tú no vas a intercambiarlo por el dolor del pasado.

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