¿Quien Dios Es Según La Biblia?

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Dios es
¿Quien Dios Es Según La Biblia?

DIOS ES NUESTRA AYUDA SEGURA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA (Salmos 46:1 CST)

La Biblia dice que “Dios es nuestra ayuda segura en momentos de angustia” (Salmos 46:1 CST), pero primero deberás creer que Dios es. Si no, lo mejor que puedes esperar es que te ayude alguna persona o la suerte. ¿Y crees que eso te llevará lejos?

Cuando el médico dice que no puede hacer nada más para salvarte, ¿a quién acudes? Si te quedas sin respuestas y necesitas orientación, ¿adónde irás a buscarlas?.

Cuando te condene la culpa y anheles tener paz y ser perdonado, ¿quién te lo proporcionará? Al desentenderte de Dios, te vuelves tu propio dios, ya que no reconoces ningún poder en el universo mayor que tú mismo. Por eso aparece en la Biblia:

“Dice el necio en su corazón: ‘No hay Dios’ (Salmos 14:1). ¡Hay que ser necio para desconectarse de la mayor fuente de ayuda de todo el universo!

En este escrito hablaremos de por qué Dios es y por qué deberías depositar tu confianza en Él.

Primero, fijémonos en la astronomía. La Biblia dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos … y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje ni palabras … y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4).

¿Sabías que el 90 por ciento de los astrónomos del mundo cree en Dios? ¡El porcentaje es mucho más elevado que entre, por ejemplo, los carniceros, los panaderos o los candeleros! Las mentes privilegiadas que han examinado Su obra a fondo creen que Dios es (existe). ¿Y tú?.

“MIRAD A LOS CIELOS: ¿QUIÉN HA CREADO TODO ESTO?” (Isaías 40:26)

¿Quien Dios es Según Su Palabra?

Muchos de los grandes pensadores del mundo creen que Dios no sólo existe sino que también ha creado el universo y a todos sus habitantes. Por eso, la próxima vez que alguien te diga que sólo los simples y carentes de educación creen en Dios, no te lo creas.
El Dr. Robert Jastrow, fundador y director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA escribió lo siguiente en su famoso libro Dios y los astrónomos:

“Las pruebas de la astronomía apoyan la visión bíblica del origen del mundo … Los detalles difieren, pero los elementos esenciales en los relatos bíblicos y astronómicos sobre Génesis son los mismos … La ciencia ha demostrado que la existencia del universo comenzó con una explosión en cierto momento … ¿Qué causó tal efecto? ¿Quién o qué colocó la materia o energía dentro del universo?

“La ciencia no puede responder a dichas preguntas … y, para el científico que ha vivido por la fe puesta en la capacidad racional, la historia termina como un mal sueño. Ha ascendido el monte de la ignorancia … está cerca de conquistar el pico más alto y mientras se aproxima a la roca final le saluda un grupo de teólogos que llevan sentados ahí siglos”.

Pierre-Simon Laplace, otro de los astrónomos más renombrados del mundo, afirmó que era infinitamente más probable la existencia de un Dios inteligente que lanzar al azar tinta y plumas de escribir contra un pergamino y que estas reprodujeran La Ilíada de Homero. Las pruebas a favor de Dios como creador de este universo son infinitas e innumerables comparadas con las que lo niegan. Así que alégrate: Dios es. Se puede acceder a Él y está a tu disposición si tan solo oras y lo invitas a tu vida.

¿Quien Dios Es Según La Biblia?
¿Quien Dios Es Según La Biblia?

“EL SEÑOR ES EL … CREADOR … DE LA TIERRA” (Isaías 40:28 CST)

¿Quien Dios Es Según La Biblia?

Contrariamente a lo que se nos ha enseñado, la ciencia y las Escrituras no se contradicen entre sí. Tras el descubrimiento de la física cuántica, ha aumentado considerablemente la cantidad de científicos de alto rango que cree en la Biblia.

¿Sabías que uno de los libros científicos más brillantes de nuestros tiempos fue escrito por al menos sesenta científicos destacados, incluidos veinticuatro premios Nobel?.

El libro se titula Cosmos, Bios, Theos, que significa Universo, Vida y Dios. Es más, uno de los coautores, el profesor físico Henry Margenau de la Universidad de Yale concluye que “sólo hay una conclusión convincente” para las intrincadas leyes que existen en la naturaleza”. ¿Y cuál es, según este hombre brillante? ¿La evolución? ¿La coincidencia? ¿El azar? ¡No! Margenau cree que “la creación se debe a un Dios omnipotente y omnisciente”.

Por lo tanto, creer en Dios es creer en la ciencia y en la infalible Palabra de Dios. La Biblia dice: “El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra … Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil … los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:28-31 CST). Eso significa que por medio de la oración tienes acceso a la mayor fuerza y al cuidado más exquisito del universo. ¡Sorprendente! Tu forma de enfrentar la vida depende de en Quién pones los ojos. Así que dirige tu mirada a Dios. Deposita tu confianza en Él. “Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán” (Proverbios 16:3 CST).

“YO HICE LA TIERRA Y CREÉ SOBRE ELLA AL SER HUMANO” (Isaías 45:12)

¿Quien Dios es Según Su Palabra?

¿Alguna vez te has preguntado por qué hemos fracasado en nuestro intento de buscar vida en otros planetas, mientras que el nuestro está perfectamente preparado para sustentarnos y suplir las necesidades humanas fundamentales? ¿No te resulta extraño? ¿Crees que es mera casualidad?.

Para la Biblia no, puesto que Dios dice así:

“Yo hice la tierra y creé sobre ella al ser humano” (Isaías 45:12). ¿Sabías que si la Tierra fuera un 10 por ciento más grande o un 10 por ciento más pequeña no existiría la vida tal y como la conocemos? ¿Y que estamos a la distancia exacta del Sol para recibir la cantidad precisa de calor y luz? Si estuviéramos más lejos, nos congelariamos. Y si estuviéramos más cerca, no podríamos sobrevivir.

Consideremos por un momento la sorprendente inclinación del eje terrestre. Ningún otro planeta se inclina 23 grados como el nuestro. Este ángulo permite que los rayos solares alcancen toda la superficie terrestre a lo largo del año, con la órbita anual de la Tierra alrededor del Sol. Si no existiera dicha inclinación, los polos acumularían una cantidad de hielo descomunal y el centro terrestre se calentaría tanto que no lo soportaríamos. Dios hizo esta tierra específicamente para nosotros, así como un padre ilusionado prepara una habitación para la llegada de su recién nacido.

“Porque así dice el Señor, que creó los cielos. Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso. No la creó en vano, sino para que fuera habitada” (Isaías 45:18). Así es cómo nos ama y nos cuida Dios.

“LA LUNA, QUE MARCA LAS ESTACIONES” (Salmos 104:19 CST)

¿Quien Dios es Según Su Palabra la Biblia?

Un hecho sorprendente es que sería imposible vivir en este planeta sin la luna. Y si alguien lograse alguna vez desviar la luna de su órbita, desaparecería toda clase de vida. La luna actúa como limpiadora de océanos y costas. Si no estuvieran las mareas que esta crea, nuestros puertos y playas se convertirían en una gran alberca hedienta llena de basura y sería imposible vivir cerca de ellos. Pero gracias a las mareas, las olas rompen continuamente contra el litoral aireando así las aguas del planeta y proporcionando oxígeno para el plancton, la base primordial de nuestra cadena alimentaria. Sin el plancton no habría oxígeno y se acabaría la vida. Dios es un genio de la creatividad, ¿verdad?.

Él hizo la luna del tamaño justo y la colocó a una distancia precisa para crear la atmósfera necesaria.

Vivimos dentro de un gran océano de aire, compuesto de 78 por ciento de nitrógeno y 21 por ciento de oxígeno. Estos elementos se mezclan constantemente en la atmósfera por los fenómenos de las mareas (activados por la luna). Y el mismo efecto se produce sobre los mares, generándose igual proporción de oxígeno. Pese a las emisiones de dióxido de carbono que seguimos lanzamos a la atmósfera, estas se ven absorbidas por el océano y seguimos con vida.

Si la atmósfera no fuera tan gruesa como es, sufriríamos millones de impactos de escombros cósmicos y de meteoritos. ¿Quién cuida bien de ti? ¡Dios! Y Él no se toma ni un día ni una hora de descanso. ¿No te alegra saberlo?.

“TÚ LE DAS VIDA A TODO” (Nehemías 9:6 CST9)

Fijémonos en otro milagro del ingenio creador de Dios: el ciclo de nitrógeno, un gas inerte en extremo. Si no lo fuera, seríamos envenenados por distintas combinaciones de nitrógeno. Pero precisamente por esa cualidad de inerte es imposible que este gas se combine de forma natural con otros elementos. Aun así, las plantas lo necesitan. ¿Y cómo hace Dios para extraerlo del aire y filtrarlo en el suelo? ¡Con los rayos! Cada día, cien mil rayos azotan nuestro planeta generando a su vez cien millones de toneladas de nitrógeno anuales útiles como nutrientes para la vegetación. 50 kilómetros por encima está la fina capa de ozono. Si se comprimiera, tendría tan sólo 3 centímetros de grosor, pero sin ella la vida no sería posible.

Caen ocho rayos solares mortales en nuestro planeta constantemente, por lo que sin el ozono acabaríamos quemados, cegados o hervidos. Los rayos ultravioletas se presentan o bien en forma de rayos largos, que resultan dañinos y son filtrados, o bien en forma de rayos cortos, que son distribuidos a través de la capa de ozono y son necesarios para que haya vida en la Tierra. Es curioso también que algunos de los rayos más mortíferos traspasan la capa de ozono en una cantidad muy limitada, pero suficiente para matar las algas verdes que, de otro modo, se reproducirían hasta anegar lagos, ríos y océanos. No cabe duda de que dependemos por completo de la bondad de Dios. Por eso dijo el salmista: “Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo. Tú les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien” (Salmos 104:27-28).

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