Si No Hay Oración, No Hay Poder. ¡Eso Enseña La Biblia!

sin-oracion-poder
Sin Oración No Hay Poder En La Iglesia

Sin oración, no hay poder. ¡La Biblia lo dice así!

La iglesia primitiva en Jerusalén estaba en un punto de crisis.

Esta vez el problema no era un enemigo externo. No era una enseñanza herética en la confraternidad.

Era simplemente un cuerpo de discipulos que habían perdido sus prioridades.

La iglesia estaba en peligro de perder su pasión por la oración.

Una Buena pregunta, una mala respuesta

La congregación tenía una pregunta legítima. La historia se cuenta en Hechos 6:1-7. Querían saber quién cuidaría de las viudas judías griegas. ¿Quién en la iglesia cuidaría de esas viudas y les daría de comer todos los días? Buena pregunta. Después de todo, las viudas judías hebreas estaban recibiendo alimento. No podemos dejar fuera a un grupo, declaró la iglesia, mientras que a otro grupo se le satisfacen sus necesidades.

sin-oracion-poder
Sin Oración No Hay Poder

Parece, sin embargo, que algunos estaban sugiriendo que los apóstoles deberían añadir este deber a su creciente lista de responsabilidades. Esa fue una mala respuesta. Aún así, los Doce manejaron bien la situación. Seleccionaron a siete hombres de carácter piadoso para dirigir este ministerio. Las viudas fueron alimentadas. La iglesia estaba complacida. Y el número de discípulos se multiplicó grandemente.

Crisis Evitada

Respuesta fascinante

La respuesta particularmente fascinante en este pasaje tiene lugar en Hechos 6:4. Los apóstoles dijeron: «Pero nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la predicación.»

No podían, bajo ninguna circunstancia, descuidar la oración o el ministerio de la predicación. Por muy importante que fuera el cuidado pastoral de las viudas, la oración y la predicación no podían ser minimizadas.

Así que nosotros, los líderes de las iglesias de todo el mundo, hemos dado prioridad a la predicación en nuestras iglesias. Ese toque de trompeta nunca debe ser silencioso.

Pero es la primera parte de Hechos 6:4 que no vemos a menudo en la mayoria de las iglesias hoy en día: «Pero nos dedicaremos a la oración…»

Falta de oración = Falta de poder

¿Entendiste eso? La iglesia de Jerusalén no sólo tenía una reunión de oración miniscula. La oración no sería una adición a sus servicios de adoración. La oración no sería solo antes de comer los alimentos.

La iglesia se dedicaría a la oración.

La iglesia en Jerusalén tenía poder porque tenía oración.

En un estudio que hicimos hace varios años sobre las iglesias evangelísticas más efectivas en el mundo, encontramos que uno de los factores más correlacionados con esa efectividad era la pasión y la devoción a la oración.

Parece que tenemos poco poder en nuestras iglesias hoy porque tenemos poca oración.

No es sólo una oración superficial.

No es sólo una oración de ofrendas.

No es sólo una oración de hospital.

Las iglesias poderosas tienen una pasión por la oración. Están consumidos por la oración. Son devotos de la oración.

Gratitud por las iglesias que oran

He sido bendecido en las últimos años por ser testigo del poder de las iglesias que oran. Son pocas en número, pero son grandes en su testimonio y ministerios. Por estas iglesias estoy agradecido a Dios, y por su servicio al cuerpo de Cristo.

Nuestra propia Iglesia, está luchando. Las iglesias se están volviendo menos evangelísticas. El analfabetismo bíblico está en aumento. Las misiones se han acabado. A veces parece que la única área en la que estamos en aumento es la de los conflictos.

Pero estoy agradecido de que nuestra denominación haya emitido un llamado al resurgimiento de la Gran Comisión. Y estoy especialmente agradecido de que la primera prioridad de este movimiento sea un llamado a la oración.

Cuando las iglesias oran

Hemos probado una montaña de métodos. Hemos leído miles de libros. Hemos creado nuevos programas y ministerios.

Pero parece que nos falta lo principal: no estamos enfocados en el poder de la oración.

Cuando las iglesias oran, Dios escucha. Cuando las iglesias oran, la gente se declara sin poder y que Dios es todo-poderoso. Cuando las iglesias oran, el enfoque se mueve del yo y las necesidades personales hacia Dios y Su gloria.

Que nuestras iglesias, como la iglesia primitiva de Jerusalén, sean consumidas por la oración.

Entonces podremos ver un verdadero resurgimiento de la Gran Comisión.

Este artículo fue publicado originalmente en ThomRainer.com el 3 de agosto de 2009. Thom S. Rainer es presidente y director ejecutivo de LifeWay Christian Resources. Entre sus mayores alegrías están su familia: su esposa Nellie Jo; sus tres hijos, Sam, Art y Jess; y sus diez nietos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí