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¿Cómo tomar decisiones correctas Según La Biblia?

¿Cómo tomar buenas decisiones según la palabra de Dios?

Hacer una buena elección no siempre es fácil, especialmente si usted necesita tomar la decisión ¡en el acto!

Confianza

Si tienes que tomar una gran decisión, tal vez sea hora de detenerte y pensar en Dios. Dios es soberano sobre todo lo que sucede… incluso sobre nuestros fracasos.

Ninguna mosca se moverá a menos que Dios lo apruebe primero, así que confie en la soberanía de Dios. Las Escrituras nos enseñan que Dios puede usar lo malo para su bien (Génesis 50:2; Juan 3:16).

Salomón da gran énfasis al pedido de que debemos «Confia en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas» (Prov 3:5-6).

Si me apoyo en la comprensión humana, incluyendo la mía, entonces esto no es mejor que tratar de construir sobre un castillo de arena, pero si confío en Dios, y lo reconozco ante otros en mi vida, entonces Él «enderezará[mis] caminos».

Dios llamó a Jeremías desde el vientre materno, y más tarde le dijo: «Porque yo conozco los planes que tengo para ti, dice el Señor, planes para el bien y no para el mal, para darte un futuro y una esperanza» (Jer 29:11).

A veces el bienestar de Jeremías parecía estar en peligro, pero Jeremías recordó lo que Dios le dijo, así que cuando incluso las cosas parecen ir mal, sabemos que, en última instancia, «La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella» (Proverbios 16:33).

Si confiamos en Dios, podemos tomar decisiones con un poco más de paz mental, sabiendo que Él puede incluso usar nuestros errores para nuestro bien y para su gloria. Todo cristiano debe saber «que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» (Rm 8:28).

Confíe en el Señor para tomar sus decisiones

Pregunte

Una de las cosas que no podemos hacer de antemano es pedir la sabiduría de Dios al tomar una decisión. Puede que carezcamos de sabiduría divina para tomar la decisión correcta, pero tal vez ni siquiera hemos orado a Dios al respecto.

La solución de Santiago es muy simple: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada» (Santiago 1:5).

No hay razón para que Dios no le conceda tal petición de oración. El Apóstol Juan dijo audazmente dice que, «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye» (1 Juan 5:14), y eso incluye pedir sabiduría al tomar decisiones en la vida. Pedimos muchas cosas en la vida, pero ¿cuándo fue la última vez que le pedimos a Dios Su sabiduría? Y por sabiduría quiero decir sabiduría de Dios, porque «Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía» (Santiago 3:17). ¡Eso es exactamente lo que necesito!

Consejeros

Cuando tienes tiempo para pensar en una decisión importante en la vida, es un buen momento para buscar consejo, y no me refiero sólo a la Biblia. Por supuesto, el principio de la sabiduría es el temor de Dios… un temor o respeto santo y reverencial por Dios y Su Palabra, pero hay otros hombres y mujeres de Dios que pueden ayudarnos cuando nos enfrentamos a una decisión importante en la vida.

El salmista pregunta: «¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger» (Salmo 25:12), pero Dios también puede usar a alguien como medio para ayudarlo a encontrar el camino «que él debe elegir».

Salomón afirma que «Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad» (Prov 11:14).

En otras palabras, todos esos hombres y mujeres de Dios no pueden estar equivocados. El profeta Isaías escribió: «Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda» (Isaías 30:21), y esas palabras en nuestros oídos pueden venir de un consejero de Dios que da consejos bíblicos. Ellos pueden ayudarnos a evitar las trampas y repetir los mismos errores que ellos cometieron. Una y otra vez, la Palabra de Dios nos dice que «Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman.» (Prov 15:22).

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