DIOS ES TU GRAN RECOMPENSA Y GALARDÓN

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TU GALARDÓN SOBREMANERA GRANDE EN LA BIBLIA

Dios le dijo a Abraham – “Soy tu escudo.” También le dijo, “Soy tu grande galardón sobremanera.” Esta promesa incluye bendiciones espirituales y materiales. Abraham no fue sólo bendecido espiritualmente por su relación con Dios y por medio de su ministerio a las naciones, sino fue bendecido materialmente. Poseía grandes riquezas, así también sus herederos naturales, Isaac y Jacob.

Dios bendijo a Abraham materialmente porque Él sabía que Abraham ocuparía su riqueza con sabiduría para el crecimiento de los planes de Dios. Él sabía que honraría a Dios con un diezmo sobre todo. (Génesis 14:18-20)

Dios quiere darte bendiciones tanto espirituales como materiales. Es Dios quien te da la capacidad de enriquecerte, puedes leerlo aquí:

“…Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día” (Deuteronomio 8:18 RV1960).

La capacidad de prosperarte financieramente es parte del pacto Abrahámico. Aprenderás más adelante en las lecturas sobre este tema que Dios te da la capacidad para conseguir lo que necesitas para ti mismo, tu familia, y tu ministerio. Echa a un lado la “mentalidad de subsidio” y rechaza los pensamientos negativos sobre tus finanzas. ¡Tienes una herencia!

Dios bendijo a Abraham porque Él sabía que Abraham usaría sus recursos con sabiduría para el crecimiento de los planes de Dios. Si pones el Reino de Dios en el primer lugar de tus finanzas, serás bendecido: 

“Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:33 RV1960) 

Se liberan las bendiciones del pacto cuando das libremente a Dios de tus recursos.

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos (Malaquías 3:8-12 RV1960).

Cuando Israel daba sus diezmos y ofrendas, eran bendecidos. Cuando no las daban, eran maldecidos. ¿Quieres vivir bajo una maldición o una bendición? ¿Es Dios tu gran recompensa o tienes la mira en posesiones materiales?

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