5 Razones Por que La Religión Debería Enseñarse En Las Escuelas

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¿Por qué enseñar religión en las escuelas? 5 razones por las que la religión debería enseñarse en las escuelas y colegios

¿Por qué enseñar religión en las escuelas? 5 razones por las que la religión debería enseñarse en las escuelas y colegios

¿Se debe enseñar religión en los colegios y escuelas? ¿Por qué no se debe enseñar religión en las escuelas? ¿Cómo influye la religión en la educación? ¿Importancia de la educación religiosa en el proceso educativo? ¿Para qué sirve la educación religiosa? ¿Por qué es importante la educación religiosa? Con estas 5 razones intentaremos responder todas estas interrogantes.

Como cristianos nos da miedo la palabra religión, porque la confundimos o la asociamos con ciertas iglesias tradicionales. Nada más lejos de la verdad, debido a que la Biblia en el libro de Santiago nos habla de un tipo de religión verdadera, pura y sin mácula. Pero veamos una definición etimológica de la palabra religión antes de continuar.

La palabra «religión» del verbo latino religare: «Obligados por un vínculo de piedad a Dios estamos “religados”, de donde el mismo término “religión” tiene su origen, no —como fue propuesto por Cicerón— a partir de “releyendo”». ?Este segundo sentido resalta la relación de dependencia que «religa» al hombre con las potencias superiores de las cuales él se puede llegar a sentir dependiente y que le lleva a tributarles actos de culto.

Con base a esta definición podemos decir de cierto modo que el cristianismo es la religión por excelencia, porque religa o conecta al hombre pecador por medio de Cristo a Dios nuevamente.

¿Por qué la Religión?

Proverbios 1:7 dice: «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Amonestaciones de la Sabiduría».

Este versículo por sí solo es una prueba de que la religión debería formar parte del plan de estudios de toda institución educativa. Naturalmente, la gente tiene diferentes opiniones sobre el asunto, basadas en cómo fueron criados y cómo ven la educación. ¿Cree usted que las clases de religión deben ser introducidas a los niños tan pronto como comiencen su formación educativa?

Como padre, le gustaría inscribir a su hijo en una escuela que le proporcione abundantes conocimientos sobre diferentes temas. Aunque la religión no debe tomarse a la ligera, si la aborda como una asignatura que su hijo debe aprender, no se sentirá tan aprensivo al respecto. Para los padres cristianos, una escuela que enseñe a sus hijos sobre Jesús es un sueño hecho realidad. Mientras se encargan de enseñar a sus hijos sobre la Biblia, les ayuda saber que el aprendizaje continúa cuando los niños van a la escuela.

La inclusión o no de la religión en los planes de estudio de las escuelas ha sido un debate desde hace años. Si tiene curiosidad por saber cómo beneficiaría a su hijo la exploración de la religión, este artículo es el adecuado para usted. Veamos 5 razones por las que la religión debería enseñarse en la escuela.

1) Mejora del rendimiento académico

Cuando un niño está expuesto a más conocimientos, su cerebro desarrolla una mayor capacidad de pensamiento y su comprensión se profundiza. El conocimiento que abarca cada religión es vasto y extenso; exponer a los alumnos a todo este otro mundo de información puede ayudar a su crecimiento mental. Añadir clases de religión desde la escuela primaria hasta la universidad permite a los estudiantes entender por qué el mundo puede ser visto como una existencia sobrenatural. La comprensión de que existen por una razón les da un propósito y asegura que pongan lo mejor de sí mismos en todos sus tareas académicas.

Incluso si el cálculo resulta difícil de entender, una lección de religión les recordaría a los estudiantes que no existe una tarea imposible (Filipenses 4:13). Cualquier estudiante que esté inundado de propósitos estará más motivado para superar cualquier reto académico al que se enfrente. Por lo tanto, habría muy poco espacio para que los estudiantes se rindan en cualquier nivel de aprendizaje en el que se encuentren. Además, cuando los estudiantes comprenden la razón profunda de su existencia, se centrarán en ser mejores en lugar de competir con los demás.

«Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor» (Efesios 6:4).

2) Potencia la creatividad

Si eres una persona religiosa (devota), sabes que muchas historias religiosas suenan fuera de este mundo. Muchos de los sucesos que se narran en los libros religiosos no son experiencias que se puedan encontrar en el día a día. Enseñar a los niños estas historias alimenta su creatividad desde una edad temprana. Los alumnos también desarrollarán un sentido de curiosidad por aprender más sobre estas historias de la Biblia. Su creatividad y curiosidad se extenderán a otras materias. Y aunque las historias religiosas se salgan de lo común, tal vez puedan relacionarse e inspirar la pasión por el aprendizaje, mejorando la capacidad de los alumnos para generar ideas.

3) Inculca la disciplina

Aparte de la narración de algunos sucesos sobrenaturales en la Biblia, los libros religiosos también enseñan sobre las recompensas que se obtienen por las buenas acciones y las consecuencias de hacer lo incorrecto. Estas narraciones serían una forma perfecta de enseñar a los niños que son responsables de todos los resultados que provocan sus acciones. Por ejemplo, si un niño se esfuerza, seguro que aprobará los exámenes, pero es probable que sea reprobado si no está preparado.

El conocimiento de las recompensas y las consecuencias inculca la disciplina en los alumnos desde el principio de su trayectoria educativa. La incorporación de clases de religión en todos los centros de enseñanza garantiza que esta disciplina se refuerce en todas las etapas de su vida de aprendizaje. Cuando los alumnos aprenden por sí mismos la esencia de la disciplina, los educadores tendrán más facilidad para mantener el orden en los centros de enseñanza. Los casos de delincuencia juvenil se reducirían drásticamente porque los modales y la disciplina serían algo natural para muchos de estos estudiantes. E incluso los estudiantes que causaran problemas podrían requerir un mínimo de orientación para llevarlos por el buen camino.

«Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos» (Isaías 54:13).

4) Desarrollar la psicología positiva

Introducir clases de religión en las escuelas es la forma perfecta de fomentar el optimismo en los alumnos. Las historias religiosas tienen en su mayoría finales felices, por lo que estas historias deberían animar a los estudiantes a tener más esperanza, incluso cuando están pasando por momentos difíciles. Una institución de aprendizaje en la que cada niño ha desarrollado una psicología positiva es capaz de hacer grandes cosas porque la fraternidad escolar siempre se esforzará por el bien de todos. Cuando una comunidad escolar incluye individuos, individuos que se esfuerzan por ver el bien en las personas, los estudiantes experimentarán menos juicios y recibirán más estímulo para esforzarse por hacerlo mejor.

Como la religión nos enseña a creer en un poder superior, los alumnos pueden aprender a superar las experiencias traumáticas porque entienden que un poder supremo supervisa sus vidas. Reconocer que no tienen el control les permite disfrutar de la vida en lugar de intentar arreglarlo todo. Cuando los alumnos dejan que la vida se desarrolle en lugar de anticiparse a lo que vendrá, es menos probable que experimenten estrés y ansiedad. A los educadores les resulta más fácil interactuar con estudiantes más «tranquilos» y entusiasmados por el mañana. El aprendizaje tiene un mayor impacto cuando los estudiantes liberan sus mentes de pensamientos distractores y se centran en estar presentes en cada momento.

«Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Efesios 5:16).

5) Desarrolla una actitud tolerante

Las historias de los libros religiosos nos enseñan diferentes virtudes que deberían esforzarse por cultivar, y una de ellas es la paciencia. La paciencia es un buen atributo para cualquier persona, en particular para los estudiantes, porque evita que desarrollen problemas de ira o que actúen sin carácter, dejándose llevar por sus emociones. Debatir sobre diferentes conceptos en clase es más fácil cuando los alumnos tienen una actitud tolerante. El comportamiento paciente permite a los estudiantes escuchar y reconocer los puntos de vista de sus compañeros, aunque no estén de acuerdo con ellos. De este modo, cada alumno puede hacer su aporte sin preocuparse por lo que pensarán los demás.

«Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta» (Proverbios 20:11).

Introducir las clases de religión en las escuelas de forma natural permite a los alumnos cosechar los beneficios de un aprendizaje expansivo sin imponer la religión a niños que no han llegado a la edad de decidir por sí mismos. Agregar las clases de religión en el plan de estudios tendría un impacto positivo en los alumnos, los educadores y en las escuelas en general.

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