¿Cómo Puedes Vivir Más Allá de Tu Pasado?

¿Por qué Debes Vivir Más Allá Del Pasado Que Te Atormenta Según La Biblia?

1 Timoteo 1:12-20

¿Puede una persona que mato a alguien seguir a Jesús? ¿Un estafador? ¿Un ladrón? ¿Un adúltero? Por increíble que parezca la respuesta es sí. Todos debemos ser gratos a Dios porque nuestro pasado no nos condena, y mucho menos determina lo que algún día llegaremos a ser en Dios.

El apóstol Pablo se alegró sobremanera porque Jesús lo tuvo por «fiel» y lo puso en el ministerio. Pero el pasado de Pablo no tuvo una influencia en la elección de Jesús. Antes de la conversión de Pablo, él había sido un blasfemo, perseguidor e injuriador (v. 13). El término griego que la Biblia Reina Valera traduce como injuriador es una palabra que significa «insolente o agresivo». En el libro de los Hechos 8:3 dice que Saulo «asolaba la iglesia». El comportamiento de Pablo hacia los cristianos antes de su fe en Cristo equivalía a muchos asesinatos.

Todos nosotros antes de llegar a los pies de Jesús hemos pecado, y algunos de estos pecados eran graves. En 1 Corintios 6:9-10, Pablo advierte que los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Pero, en el versículo siguiente, dice: «Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios» (1 Corintios 6:11).

La vida del apóstol Pablo es un ejemplo valioso para todos los que piensan que sus pecados son imperdonables. Pablo se denominaba a sí mismo «el peor de todos de los pecadores», pero se convirtió en un ejemplo para todos los que creerían en Cristo para vida eterna (1 Timoteo 1:16). Aquí una grande verdad: Tu pasado no determina si puedes o no ser cristiano. Si Dios aceptó al peor de los pecadores, te aceptará a ti también si crees en él.

Así mismo, tu pasado también no determina la clase de cristiano que serás. La misma misericordia y gracia que hizo de Pablo un siervo del Señor «Fiel» está lista para nosotros. Cualquiera que entregue su vida a Cristo sin reservas vivirá dejando atrás su pasado.

¿Estás arrepentido de tu pasado? Entrégalos a Jesús ofreciéndote a Él. No importa lo que hayas sido, o lo que hayas hecho. Lo único que importa es lo que Él ha hecho en ti.

Separemos un momento para orar a Dios:
En el cielo estaremos contigo, Dios, y también con antiguos asesinos, adúlteros, mentirosos, maltratadores, personas que en su día fueron culpables de graves males. Pero en Cristo ahora somos perdonados de todo los pecados, gracias a su preciosa sangre. Te adoramos y alabamos por amarnos con tanto amor. Muchas gracias en el nombre de Jesús. Amén.