Más de 1.800 iglesias han abandonado la denominación metodista por desaprobar la teología LGBT
Una estampida sin precedentes está partiendo por la mitad a la Iglesia Metodista Unida (UMC) en Estados Unidos. Las congregaciones que se están marchando lo hacen porque rechazan la teología LGBT, que ha ido imponiendo una fuerte influencia en la denominación.
Sobre el papel, la Iglesia Metodista Unida sigue siendo conservadora en su doctrina, rechazando la homosexualidad como «incompatible con la enseñanza cristiana». El Libro de Disciplina de la UMC prohíbe las uniones entre personas del mismo sexo, así como la ordenación de homosexuales al ministerio pastoral si no son célibes.
En la práctica, gays y lesbianas celebran sus uniones afectivas en los templos e incluso sacerdotes abiertamente homosexuales han sido ordenados al ministerio. En este ambiente de división, otras 41 iglesias metodistas del estado de Texas han abandonado la UMC, en un recuento que supera las 1.800 congregaciones que han tomado este camino en todo Estados Unidos.
El problema se ha venido arrastrando en los últimos años, ya que un ala de la UMC quiere imponer un cambio respecto a la postura oficial. En 2020, un grupo de metodistas con diferentes puntos de vista teológicos propuso un acuerdo en el que la UMC cedería fondos para que pudieran crear una nueva denominación conservadora en el tema de la sexualidad, mientras que los progresistas tendrían libertad para cambiar el Libro de la Disciplina y abrazar definitivamente la teología LGBT.
Sin embargo, debido a la pandemia, esta discusión se pospuso hasta marzo de 2022, pero la UMC volvió a posponer el debate hasta 2024, lo que causó irritación en muchas congregaciones, que empezaron a romper con la denominación y fundaron la Iglesia Metodista Global (GMC).
En 2022, algunas congregaciones se enfrentaron a la oposición de la UMC para desafiliarse. En varios estados de EE.UU., otros cientos de iglesias han seguido adelante con su decisión de desafiliarse de la denominación por no estar de acuerdo con el relativismo frente al liberalismo teológico.
La lista no ha dejado de crecer y muchas iglesias, aun a riesgo de enfrentarse a largos y costosos pleitos, están optando por desafiliarse de la UMC por defender la doctrina bíblica, según The Christian Post.
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