Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Éxodo 2 - Biblia al día 1989

Nacimiento de Moisés

1. Hubo un levita que tomó por esposa a una mujer de su propia tribu.

2. La mujer quedó embarazada y tuvo un hijo, y al verlo tan hermoso lo escondió durante tres meses.

3. Cuando ya no pudo seguir ocultándolo, preparó una cesta de papiro, la embadurnó con brea y asfalto y, poniendo en ella al niño, fue a dejar la cesta entre los juncos que había a la orilla del Nilo.

4. Pero la hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver qué pasaría con él.

5. En eso, la hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo. Sus doncellas, mientras tanto, se paseaban por la orilla del río. De pronto la hija del faraón vio la cesta entre los juncos, y ordenó a una de sus esclavas que fuera por ella.

6. Cuando la hija del faraón abrió la cesta y vio allí dentro un niño que lloraba, tuvo compasión de él, pero aclaró que se trataba de un niño hebreo.

7. La hermana del niño preguntó entonces a la hija del faraón:—¿Quiere usted que vaya y llame a una nodriza hebrea, para que críe al niño por usted?

8. —Ve a llamarla —contestó.La muchacha fue y trajo a la madre del niño,

9. y la hija del faraón le dijo:—Llévate a este niño y críamelo. Yo te pagaré por hacerlo.Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crió.

10. Ya crecido el niño, se lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso por nombre Moisés, pues dijo: «¡Yo lo saqué del río!»

Moisés huye de Egipto

11. Un día, cuando ya Moisés era mayor de edad, fue a ver a sus hermanos de sangre y pudo observar sus penurias. De pronto, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus hermanos, es decir, a un hebreo.

12. Miró entonces a uno y otro lado y, al no ver a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.

13. Al día siguiente volvió a salir y, al ver que dos hebreos peleaban entre sí, le preguntó al culpable:—¿Por qué golpeas a tu compañero?

14. —¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? —respondió aquél—. ¿Acaso piensas matarme a mí, como mataste al egipcio?Esto le causó temor a Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!»

15. Y, en efecto, el faraón se enteró de lo sucedido y trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó del faraón y se fue a la tierra de Madián, donde se quedó a vivir junto al pozo.

16. El sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales solían ir a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre.

17. Pero los pastores llegaban y las echaban de allí. Un día, Moisés intervino en favor de ellas: las puso a salvo de los pastores y dio de beber a sus ovejas.

18. Cuando las muchachas volvieron a la casa de Reuel, su padre, éste les preguntó:—¿Por qué volvisteisn hoy tan temprano?

19. —Porque un egipcio nos libró de los pastores —le respondieron—. ¡Hasta nos sacó el agua del pozo y dio de beber al rebaño!

20. —¿Y dónde está ese hombre? —les contestó—. ¿Por qué lo dejasteis solo? ¡Invitadlo a comer!

21. Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora.

22. Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña.»

23. Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios,

24. quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob.

25. Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tuvo en cuenta.