Mateo 28 - Biblia de Jerusalem 1976La resurrección1. Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. 2. De pronto se produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. 3. Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. 4. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. 5. El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; 6. no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. 7. Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis.” Ya os lo he dicho.» 8. Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. 9. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron. 10. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.» El informe de la guardia11. Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. 12. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, 13. advirtiéndoles: «Decid: “Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos.” 14. Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones.» 15. Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy. La gran comisión16. Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. 18. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. 19. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20. y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» |