Apocalipsis 1 - Biblia de Jerusalem 3-EdicionLa revelación de Jesucristo1. Revelación de Jesucristo; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió a su ángel para dársela a conocer a su siervo Juan, 2. el cual ha atestiguado la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo: todo lo que vio. 3. Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella, porque el Tiempo está cerca. Salutaciones a las siete iglesias4. Juan, a las siete iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de "Aquel que es, que era y que va a venir", de parte de los siete Espíritus que están ante su trono, 5. y de parte de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados 6. y ha hecho de nosotros un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. 7. Mirad, viene acompañado de nubes; todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra. Sí. Amén. 8. Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, "Aquel que es, que era y que va a venir", el Todopoderoso. Una visión del Hijo del Hombre9. Yo, Juan, vuestro hermano y compañero de la tribulación, del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10. Caí en éxtasis el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: 11. "Lo que veas escríbelo en un libro y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea". 12. Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro, 13. y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro. 14. Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego; 15. sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas. 16. Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza. 17. Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Él puso su mano derecha sobre mí diciendo: "No temas, soy yo, el Primero y el Último, 18. el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades. 19. Escribe, pues, lo que has visto: lo que ya es y lo que va a suceder más tarde. 20. La explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro es ésta: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias. |