Salmos 2 - Biblia de Jerusalén 1998El reino del ungido de Jehová1. ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos conspiran en vano? 2. Los reyes de la tierra se sublevan, los príncipes a una se alían en contra de Yahvé y su Ungido: 3. "Rompamos sus cadenas, sacudámonos sus riendas". 4. El que habita en el cielo se ríe, Yahvé se burla de ellos. 5. Después les habla irritado, los espanta lleno de cólera: 6. "Yo mismo he consagrado a mi rey, en Sión, mi monte santo". 7. Haré público el decreto de Yahvé: Él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado. 8. Si me lo pides, te daré en herencia las naciones, en propiedad la inmensidad de la tierra; 9. los machacarás con cetro de hierro, los pulverizarás como vasija de barro". 10. Por eso, reyes, pensadlo bien, aprended la lección, gobernantes de la tierra. 11. Servid a Yahvé con temor, 12. temblando besad sus pies; no sea que se irrite y os perdáis, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichoso quien se acoge a él! |