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¿Qué Es La Consagración En La Biblia? Ejemplos y versículos Bíblicos

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Significado de Consagración En La Biblia La "consagración" es un concepto fundamental en la Biblia que se refiere al acto de dedicar algo o alguien...


Daniel 3 - Biblia de nuestro Pueblo

Rescatados del horno de fuego

1. La estatua de oro Is 43,2; 2 Mac 7 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alto por tres de ancho, y la colocó en la llanura de Dura, provincia de Babilonia.

2. Mandó convocar a los gobernadores, ministros, prefectos, consejeros, tesoreros, letrados, magistrados y autoridades de provincia para que acudieran a la inauguración de la estatua que había erigido el rey Nabucodonosor.

3. Se reunieron los gobernadores, ministros, prefectos, consejeros, tesoreros, letrados, magistrados y autoridades de provincia para la inauguración de la estatua que había erigido el rey Nabucodonosor, y mientras estaban de pie frente a ella,

4. el heraldo proclamó con voz potente:

5. -A todos los pueblos, naciones y lenguas: cuando oigan tocar la trompeta, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, se postrarán para adorar la estatua que ha erigido el rey Nabucodonosor.

6. El que no se postre en adoración será inmediatamente arrojado dentro de un horno de fuego ardiente.

7. Así, pues, cuando los diversos pueblos oyeron tocar la trompeta, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron adorando la estatua de oro que Nabucodonosor había erigido.

8. Entonces unos caldeos fueron al rey a denunciar a los judíos:

9. -¡Viva el rey eternamente!

10. Su majestad ha decretado que cuantos escuchen tocar la trompeta, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos se postren adorando la estatua de oro,

11. y el que no se postre en adoración será arrojado dentro de un horno de fuego ardiente.

12. Pues bien, hay unos judíos, Sidrac, Misac y Abed-Nego -a quienes has encomendado el gobierno de la provincia de Babilonia-, que no obedecen la orden real, ni veneran a tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has erigido.

13. Nabucodonosor, terriblemente enfurecido, ordenó que trajeran a Sidrac, Misac y Abed-Nego, y cuando los tuvo delante, les dijo:

14. -¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abed-Nego, que no respetan a mis dioses ni adoran la estatua que he mandado levantar?

15. Miren: si al oír tocar la trompeta, la flauta, la cítara, el láud, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos están dispuestos a postrarse adorando la estatua que he hecho, háganlo; pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente dentro del horno de fuego ardiente, y, ¿qué Dios los librará de mis manos?

16. Sidrac, Misac y Abed-Nego contestaron:

17. -Majestad, a eso no tenemos por qué responder. Si es así, el Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos.

18. Y aunque no lo haga, conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has levantado.

19. Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abed-Nego y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre,

20. y ordenó a algunos de sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abed-Nego y los echasen en el horno de fuego ardiente.

21. Así, vestidos con sus pantalones, camisas, gorros y demás ropa, los ataron y los echaron en el horno de fuego ardiente.

22. La orden del rey era terminante y el horno estaba al rojo vivo; sucedió que las llamas envolvieron y devoraron a los que conducían a Sidrac, Misac y Abed-Nego;

23. mientras los tres, Sidrac, Misac y Abed-Nego, caían atados en el horno de fuego ardiente.

24. Confesión de Nabucodonosor Entonces el rey, totalmente sorprendido, se levantó apresuradamente y preguntó a sus consejeros: -¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno? Le respondieron: -Así es, majestad.

25. Preguntó: -¿Entonces cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada? Y el cuarto parece un ser divino.

26. Y acercándose a la puerta del horno encendido, dijo: -Sidrac, Misac y Abed-Nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan aquí.

27. Sidrac, Misac y Abed-Nego salieron del horno. Los gobernadores, ministros, prefectos y consejeros se acercaron para ver a aquellos hombres a prueba de fuego: no se les había quemado el pelo, los pantalones estaban intactos, ni siquiera olían a chamuscados.

28. Nabucodonosor entonces dijo: -Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abed-Nego, que envió un ángel a salvar a sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron enfrentar el fuego antes que venerar y adorar a otro dios fuera del suyo.

29. Por eso decreto que quien blasfeme contra el Dios de Sidrac, Misac y Abed-Nego, de cualquier pueblo, nación o lengua que sea, sea hecho pedazos y su casa sea derribada. Porque no existe otro Dios capaz de librar como éste.

30. El rey dio cargos a Sidrac, Misac y Abed-Nego en la provincia de Babilonia.