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Isaías 41:10 En 45 Versiones de la Biblia

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¿Qué Es La Consagración En La Biblia? Ejemplos y versículos Bíblicos

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Significado de Consagración En La Biblia La "consagración" es un concepto fundamental en la Biblia que se refiere al acto de dedicar algo o alguien...


Hechos 2 - Biblia Castilian 2003

La venida del Espíritu Santo

1. Al llegar el d a de Pentecostés estaban todos reunidos en el mismo lugar

2. cuando de repente vino del cielo un estruendo como de viento que irrumpe impetuoso y llenó toda la casa donde estaban.

3. Y vieron que sobre cada uno de ellos se posaban sendas lenguas como de fuego.

4. Todos ellos se sintieron llenos de Esp ritu Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según como el Esp ritu les conced a expresarse.

5. Paraban entonces en Jerusalén jud os devotos procedentes de todos los pa ses que hay bajo el cielo.

6. Al producirse este ruido, se congregó la muchedumbre y no sal an de su asombro al o rlos hablar cada uno en su propia lengua.

7. Estaban como fuera de s y, asombrados, dec an: "¿Pero no son galileos todos estos que están hablando?

8. ¿Pues cómo los o mos hablar cada uno de nosotros en nuestra lengua nativa?

9. Partos, medos, elamitas, los habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia,

10. de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de la región de Libia que está junto a Cirene, los peregrinos romanos,

11. tanto jud os como prosélitos, los cretenses y los árabes los estamos oyendo proclamar en nuestras propias lenguas las grandezas de Dios".

12. Estaban todos fuera de s y estupefactos, y se dec an unos a otros: "¿Qué significa esto?".

13. Otros, en plan de burla, dec an: "Están borrachos de mosto".

Primer discurso de Pedro

14. Puesto Pedro de pie, con los Once, levantó la voz y les dirigió este discurso: "Hombres de Judea y vosotros, todos los que habitáis en Jerusalén, quede esto bien claro y escuchad mis palabras:

15. no están borrachos estos hombres, como suponéis, puesto que es la hora tercera del d a;

16. sino que está sucediendo lo dicho por el profeta Joel:

17. Y sucederá en los últimos d as - dice Dios - que derramaré mi esp ritu sobre toda carne. Profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos so arán sue os.

18. Y sobre mis siervos y mis siervas, en aquellos d as, derramaré mi esp ritu y profetizarán.

19. Haré prodigios arriba en el cielo, y se ales abajo en la tierra: sangre y fuego y vapor de humo;

20. el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes de que llegue el d a del Se or, d a grande y esplendoroso;

21. y sucederá que todo el que invoque el nombre del Se or se salvará.

22. O d, israelitas, estas palabras: a Jesús de Nazaret, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y se ales que por él realizó Dios entre vosotros, como bien sabéis;

23. a éste, entregado según el plan definido y el previo designio de Dios, vosotros, crucificándolo por manos de paganos, lo quitasteis de en medio.

24. Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte, pues no era posible que la muerte lo retuviera en su poder.

25. Porque David dice a propósito de él: Yo ve a al Se or delante de m continuamente, porque está a mi derecha para que yo no vacile.

26. Por ello se alegró mi corazón y estalló en cánticos mi lengua. Y hasta mi carne reposa en la esperanza

27. de que no abandonarás mi alma al Hades, ni dejarás que tu consagrado experimente corrupción.

28. Me diste a conocer caminos de vida, me henchirás de delicias junto a ti.

29. Séame permitido, hermanos, deciros con absoluta claridad que el patriarca David no sólo murió y fue sepultado, sino que su tumba se conserva entre nosotros hasta el d a de hoy;

30. pero siendo como era profeta, y sabiendo que Dios le hab a asegurado bajo juramento que un descendiente suyo se sentar a sobre su trono,

31. previendo el futuro, habló de la resurrección de Cristo: que no ser a abandonado al Hades ni su carne experimentar a corrupción.

32. A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos de ello.

33. Elevado a la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Esp ritu Santo, lo ha derramado. Y eso es lo que vosotros estáis viendo y oyendo.

34. Porque David no ascendió al cielo y, sin embargo dice: Dijo el Se or a mi Se or: siéntate a mi diestra

35. hasta que ponga a tus enemigos por plataforma de tus pies.

36. Sepa, por tanto, con absoluta seguridad toda la casa de Israel que Dios ha hecho Se or y Cristo a este Jesús a quien vosotros crucificasteis".

37. Al o r esto, se dolieron de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué tendr amos que hacer, hermanos?".

38. Pedro les respondió: "Convert os, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Esp ritu Santo;

39. porque esta promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos cuantos, estando lejos, el Se or nuestro Dios se dignare llamar".

40. Y con otras muchas palabras les insist a y exhortaba diciendo: "Libraos de esta generación torcida".

41. Los que aceptaron su palabra se bautizaron. Y se les agregaron aquel d a cerca de tres mil personas.

42. Se aten an con constancia a la ense anza de los apóstoles y a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones.

La vida de los primeros cristianos

43. El temor se apoderaba de todos, porque los apóstoles realizaban muchos prodigios y se ales.

44. Todos los creyentes concordaban y ten an todas las cosas en común;

45. vend an sus posesiones y sus bienes y los repart an entre todos según las necesidades de cada uno.

46. Acud an diariamente al templo con perseverancia y animados por un mismo esp ritu, part an el pan por las casas y tomaban juntos el alimento con alegr a y sencillez de corazón;

47. alababan a Dios y ten an el favor de todo el pueblo. Y el Se or agregaba d a tras d a a la comunidad a los que obten an la salvación.