Lucas 2 - Biblia Castilian 2003Nacimiento de Jesús1. Por aquellos d as salió un decreto de César Augusto para que se hiciera un censo del mundo entero. 2. Este primer censo tuvo lugar siendo Quirinio gobernador de Siria. 3. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. 4. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, 5. para empadronarse con Mar a, su esposa, que estaba encinta. 6. Estando ellos all, le llegó a ella el tiempo del alumbramiento 7. y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pa ales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en la posada. Los ángeles y los pastores8. Hab a unos pastores en aquella misma región que pasaban la noche al aire libre, vigilando por turno su reba o. 9. Se les presentó un ángel del Se or y la gloria del Se or los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran temor. 10. Pero el ángel les dijo: "No tengáis miedo. Porque mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegr a para todo el pueblo. 11. Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo Se or. 12. Y esto os servirá de se al: encontraréis un ni o envuelto en pa ales y acostado en un pesebre". 13. Y, de repente, apareció con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: 14. "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres, objeto de su amor". 15. Y cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cielo, los pastores se dec an unos a otros: "Pasemos a Belén, a ver eso que ha sucedido, lo que el Se or nos ha dado a conocer". 16. Fueron corriendo y encontraron a Mar a y a José, y al ni o acostado en el pesebre. 17. Al verlo, refirieron lo que se les hab a dicho acerca de este ni o. 18. Y todos los que lo oyeron quedaron admirados de lo que les contaban los pastores. 19. Mar a, por su parte, reten a todas estas cosas repensándolas en su corazón. 20. Los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que hab an visto y o do, tal como se les hab a anunciado. Presentación de Jesús en el templo21. Cuando se cumplieron ocho d as y hubo que circuncidar al ni o le pusieron por nombre Jesús, como lo hab a llamado el ángel antes de ser concebido en el seno materno. 22. Cuando se cumplieron los d as de su purificación según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Se or, 23. conforme a lo que está escrito en la ley del Se or: Todo varón primogénito será consagrado al Se or, 24. y para ofrecer un sacrificio, como lo dice también la ley del Se or: Un par de tórtolas o dos pichones. 25. Viv a por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era realmente recto y piadoso; esperaba el consuelo de Israel y el Esp ritu Santo resid a en él. 26. El Esp ritu Santo le hab a revelado que no morir a sin ver al ungido del Se or. 27. Movido, pues, por el Esp ritu, fue al templo. Al entrar los padres con el ni o Jesús para cumplir la disposición de la ley con respecto a él, 28. Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo: 29. "Ahora, Se or, según tu promesa, puedes dejar irse en paz a tu siervo, 30. porque vieron mis ojos tu salvación, 31. la que tú preparaste a la vista de todos los pueblos: 32. luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel". 33. Su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que se dec an de él. 34. Simeón los bendijo; luego le dijo a Mar a, su madre: "Mira: éste está puesto para ca da y resurgimiento de muchos en Israel, y para se al que será objeto de contradicción - 35. y a ti una espada te atravesará el alma -, para que queden patentes los pensamientos de muchos corazones". 36. También estaba all una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ten a ya una edad muy avanzada. Casada cuando era jovencita, hab a vivido con su marido siete a os 37. y ahora era viuda con ochenta y cuatro. No se apartaba del templo, sirviendo a Dios noche y d a con ayunos y oraciones. 38. Presentándose en aquel mismo momento, glorificaba a Dios, y hablaba del ni o a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. El regreso a Nazaret39. Una vez cumplido todo según lo que mandaba la ley del Se or, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40. El ni o crec a, se fortalec a y se llenaba de sabidur a. Y la gracia de Dios resid a en él. El niño Jesús en el templo41. Iban sus padres todos los a os a Jerusalén por la fiesta de Pascua. 42. Cuando cumplió los doce a os, subieron a la fiesta, según la costumbre. 43. Terminados aquellos d as, al regresar ellos, el ni o Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo notaran sus padres. 44. Creyendo ellos que estar a en la caravana, hicieron una jornada de camino. Luego se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; 45. pero, como no lo encontraron, se volvieron a Jerusalén para buscarlo. 46. Y resultó que a los tres d as lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47. Todos los que lo o an se quedaban asombrados de su talento y de sus respuestas. 48. Al verlo, se quedaron profundamente impresionados. Entonces su madre le dijo: "Pero, hijo: ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo, llenos de angustia, te estábamos buscando". 49. Pero él les contestó: "¿Por qué me buscábais? ¿No sab ais que ten a que estar en la casa de mi Padre?". 50. Pero ellos no comprendieron lo que les dec a. 51. Bajó con ellos y regresó a Nazaret; y viv a bajo su autoridad. Pero su madre reten a cuidadosamente todas estas cosas en su corazón. 52. Y Jesús iba progresando en sabidur a, estatura y gracia ante Dios y los hombres. |