Versículos Bíblicos

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Lucas 24 - Biblia Castilian 2003

La resurrección

1. El primer d a de la semana, muy de madrugada, fueron ellas al sepulcro, llevando las sustancias aromáticas que hab an preparado.

2. Vieron que la piedra hab a sido retirada ya del sepulcro.

3. Entraron, pues, pero no encontraron el cuerpo del Se or Jesús.

4. Mientras ellas estaban desconcertadas por esto, se les presentaron de pronto dos hombres con vestiduras deslumbrantes.

5. Ellas se asustaron y bajaron la vista hacia el suelo; pero ellos les dijeron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?

6. No está aqu, sino que ha resucitado. Acordaos de cómo os anunció, cuando estaba todav a en Galilea,

7. que el Hijo del hombre hab a de ser entregado en manos de hombres pecadores y hab a de ser crucificado, pero que al tercer d a hab a de resucitar".

8. Entonces ellas recordaron sus palabras.

9. Regresaron, pues, del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a todos los demás.

10. Contaban estas cosas a los apóstoles Mar a Magdalena, Juana, Mar a la de Santiago y las demás que las acompa aban.

11. Pero a ellos estas palabras les parec an un desvar o y no les daban crédito. [

12. Pedro, sin embargo, salió corriendo hacia el sepulcro; se asomó a él y no vio más que los lienzos. Entonces se volvió a casa, maravillado de lo ocurrido.]

En el camino a Emaús

13. Aquel mismo d a, dos de ellos iban de camino a una aldea llamada Emaús, que dista de Jerusalén sesenta estadios.

14. Iban comentando entre s todos estos sucesos.

15. Y mientras conversaban y discurr an, se les acercó Jesús y caminaba a su lado.

16. Pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerlo.

17. Él les preguntó: "¿Qué cuestiones son ésas que ven s discutiendo entre vosotros por el camino?". Ellos se pararon con semblante triste.

18. Y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Pero eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo sucedido all en estos d as?".

19. Él les contestó: "¿Qué?". "Lo de Jesús Nazareno - le respondieron ellos -, un hombre que fue profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo;

20. y cómo nuestros pont fices y jefes lo entregaron a la pena de muerte y lo crucificaron.

21. Nosotros esperábamos que él iba a ser quien libertara a Israel; pero con todo eso, ya es el tercer d a desde que esto sucedió.

22. Verdad es que algunas mujeres de nuestro grupo nos han alarmado: fueron muy de madrugada al sepulcro

23. y, como no encontraron su cuerpo, volvieron diciendo que incluso hab an visto una aparición de ángeles, los cuales aseguran que él está vivo.

24. También fueron al sepulcro algunos de los nuestros y encontraron todo exactamente como hab an dicho las mujeres. Pero a él no lo vieron".

25. Entonces les dijo él: "¡Oh, torpes y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!

26. ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera esas cosas para entrar en su gloria?".

27. Y comenzando por Moisés, y continuando por todos los profetas, les fue interpretando todos los pasajes de la Escritura que se refer an a él.

28. Cuando se acercaron a la aldea adonde iban, él hizo ademán de seguir camino adelante.

29. Pero insistieron en que se quedara con ellos, diciendo: "Quédate con nosotros; que es tarde y el d a se acaba". Entró, pues, para quedarse con ellos.

30. Y estando con ellos a la mesa, tomó el pan, recitó la bendición, lo partió y se lo dio.

31. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista.

32. Se dec an el uno al otro: "¿Verdad que dentro de nosotros ard a nuestro corazón cuando nos ven a hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?".

33. Y en aquel mismo momento se levantaron y regresaron a Jerusalén, donde hallaron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos,

34. que dec an: "¡Es verdad! El Se or ha resucitado y se ha aparecido a Simón".

35. Entonces ellos refirieron lo que les hab a sucedido en el camino y cómo lo hab an reconocido al partir el pan.

Jesús se aparece a los discípulos

36. Mientras estaban comentando estas cosas, él mismo se presentó en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros".

37. Aterrados y llenos de miedo, cre an ver un esp ritu.

38. Pero él les dijo: "¿Por qué estáis turbados y por qué surgen dudas en vuestro corazón?

39. Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y vedme, porque un esp ritu no tiene carne y huesos, como estáis viendo que los tengo yo ".

40.

41. No acabando ellos de creer aún de pura alegr a y llenos de admiración, les preguntó: "¿Tenéis aqu algo que comer?".

42. Ellos le presentaron un trozo de pescado asado.

43. Él lo tomó y comió delante de todos.

44. Después les dijo: "Éstas son las palabras que yo os dije cuando todav a estaba con vosotros: tiene que cumplirse todo lo que está escrito acerca de m en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos".

45. Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras

46. y les dijo: "As está escrito: que el Cristo ten a que padecer; que al tercer d a hab a de resucitar de entre los muertos,

47. y que en su nombre hab a de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.

48. Vosotros sois testigos de esto.

49. Y mirad: yo voy a enviar sobre vosotros lo prometido por mi Padre. Vosotros, pues, permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de fuerza desde lo alto".

La ascensión

50. Después los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.

51. Y mientras los bendec a, se apartó de ellos [y era llevado al cielo].

52. Ellos [después de adorarlo] se volvieron a Jerusalén, llenos de inmenso gozo.

53. Y estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios.