Oseas 10:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Oseas 10:1 | Comentario Bíblico Online

1. Vuelve Oseas a la carga (v. Ose 10:1) de lo que ha dicho en Ose 8:4, Ose 8:11: «Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo». Nótese ese «para sí mismo», que nos recuerda lo de Luc 12:21. Lo peor es que, a medida que prosperaba, se hacía rico y tenía mayor abundancia de todo bien material, tanto mayor era su afición a los ídolos, y más bellos y costosos eran los ídolos que para sí fabricaba (comp. con Ose 8:4).

2. «El corazón de ellos está dividido» dice (v. Ose 10:2), pues honran a Jehová con los labios, pero el corazón se les va, en realidad, hacia Baal . «Pero ahora dice lo van a pagar; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos». El verbo hebreo para «demolerá» (yaarof) designa la rotura del cuello de un animal, cosa muy apropiada tratándose de ese novillo indómito que es Efraín. El versículo Ose 10:3 no necesita el arreglo que dice Buck («¿No tenemos un rey? Pero, si no tememos, etc.»), pues el hebreo está clarísimo en el original: «Pues ahora dirán: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová, y ¿qué haría el rey por nosotros?» (lit.). Dice Ryrie: «No tenemos rey, esto es, ninguno digno de ese nombre, pues sus reyes hacían pactos sin valor». Sin embargo, opino que dicha afirmación del pueblo tiene otro sentido: el rey nuestro es sólo una marioneta de Asiria. Dice Buck: «Esto puede ser una referencia al rey Oseas, que había sucedido a Péqaj en el trono y se había sometido inmediatamente a Asiria».

3. El versículo Ose 10:4 viene a decir que así como las hierbas venenosas echan a perder las plantaciones, así también la falsedad y la doblez corrompen la rectitud moral y, especialmente, la rectitud de juicio. El hebreo del versículo Ose 10:5 dice becerras, en femenino, probablemente porque la fertilidad se atribuye especialmente a las hembras, pero es seguro que Oseas alude a los dos becerros de oro que Jeroboam mandó erigir (v. 1Re 12:28): uno, en Dan; otro, en Betel, que, como siempre en Oseas, es llamado Bet-aven en señal de desprecio y aborrecimiento. Al comentar los versículos Ose 10:5 y Ose 10:6, dice Buck: «Si el rey no puede ayudar, ¿podrá el becerro de oro? La respuesta de Oseas es irónica: el becerro de Bet-aven, no sólo no podrá ayudar, sino que será ocasión de mayor ansiedad, cuando vean que es llevado a Asiria como oblación para el gran rey». Lo cual será una señal simbólica de la victoria del dios de Asiria sobre el dios de los vencidos. Como en Ose 5:13, el hebreo dice (v. 6): «… al rey Yareb» (v. el comentario a dicho lugar).

4. La magnitud del castigo de Israel por su pecado es descrita en términos muy fuertes (vv. Ose 10:7, Ose 10:8): Samaria es cortada, desaparece del mapa, y su rey es como astilla (mejor que «espuma»), traída y llevada por las encrespadas olas del mar. Serán destruidos (v. Ose 10:8) los lugares altos, donde Israel se prostituía espiritual y sexualmente, de Aven, esto es, de Bet-aven, el pecado de Israel, llamado así por haber sido como una especie de «pecado original» del reino del norte, pues su apostasía comenzó con la adoración del becerro de oro en aquel lugar; y (v. Ose 10:8) «crecerán cardos y abrojos sobre los altares donde antes se elevaba el humo de los sacrificios» (Buck). La fraseología del versículo Ose 10:8 expresa una destrucción apocalíptica, como puede verse por la cita que hacen de este lugar Luc 23:30; Apo 6:16; Apo 9:6.

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