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Eclesiastés 2 - Reina Valera 1865

1. DIJE yo también en mi corazón: Ahora ven acá, yo tentaré en alegría. Mira en bien. Y esto también era vanidad.

2. A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?

3. Yo propuse en mi corazón de atraer al vino mi carne, y que mi corazón anduviese en sabiduría, y retuviese la insensatez, hasta ver cual fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocupasen debajo del cielo todos los dias de su vida.

4. Engrandecí mis obras, edifiquéme casas, plantéme viñas;

5. Híceme huertos, y jardines; y planté en ellos árboles de todos frutos.

6. Híceme estanques de aguas para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles.

7. Poseí siervos y siervas, y tuve hijos de familia: también tuve posesión grande de vacas y ovejas sobre todos los que fueron ántes de mí en Jerusalem.

8. Alleguéme también plata y oro, y tesoro preciado de reyes y de provincias. Híceme cantores, y cantoras; y todos los deleites de los hijos de los hombres, sinfonía y sinfonías.

9. Y fuí magnificado, y aumentado más que todos los que fueron ántes de mí en Jerusalem: además de esto mi sabiduría me perseveró.

10. No negué a mis ojos ninguna cosa que deseasen; ni aparté a mi corazón de toda alegría; porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fué mi parte de todo mi trabajo.

11. Al cabo yo miré todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y, he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu; y que no hay más debajo del sol.

12. Después yo torné a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos, y la insensatez: (porque, ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?)

13. Y yo ví que la sabiduría sobrepuja a la insensatez, como la luz a las tinieblas.

14. El sabio tiene sus ojos en su cabeza: mas el insensato anda en tinieblas. Y entendí también yo, que un mismo suceso sucederá al uno y al otro.

15. Y yo dije en mi corazón: Como sucederá al insensato, me sucederá también a mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.

16. Porque ni del sabio, ni del insensato, habrá memoria para siempre; porque en viniendo dias ya todo será olvidado; y también morirá el sabio, como el insensato.

17. Y aborrecí la vida; porque toda obra que se hacía debajo del sol, me era fastidiosa; porque todo era vanidad y aflicción de espíritu.

18. Y yo aborrecí todo mi trabajo, en que trabajé debajo del sol: el cual dejaré a otro, que vendrá después de mí.

19. ¿Y quién sabe si será sabio, o insensato, el que se enseñoreará en todo mi trabajo, en que ya trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol? Esto también es vanidad.

20. Y yo me torné para desesperar mi corazón, por todo el trabajo en que trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol.

21. Que trabaje el hombre con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello. También esto es vanidad, y gran trabajo.

22. Porque ¿qué tiene el hombre por todo su trabajo, y fatiga de su corazón, en que él trabajó debajo del sol?

23. Porque todos sus dias no son si no dolores, y enojos sus ocupaciones; aun de noche no reposa su corazón. Esto también es vanidad.

24. No hay luego bien para el hombre si no que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También ví yo, que esto es de la mano de Dios.

25. Porque ¿quién comerá; y quién se curará mejor que yo?

26. Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le dá sabiduría, y ciencia, y alegría: mas al pecador dió ocupación, que allegue, y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.