1 Pedro 5 - Reina Valera 1995Apacentad la grey de Dios1. Ruego a los ancianos[1] que están entre vosotros, yo, anciano también con ellos y testigo de los padecimientos de Cristo,[2] que soy también participante de la gloria que será revelada:[3] 2. apacentad la grey de Dios[4] que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza,[5] sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3. no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 4. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,[6] vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.[7] 5. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad, porque "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes".[8] 6. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.[9] 7. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.[10] 8. Sed sobrios y velad,[11] porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 9. Resistidlo[12] firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10. Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,[13] afirme, fortalezca y establezca.[14] 11. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. Salutaciones finales12. Por conducto de Silvano,[15] a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis. 13. La iglesia que está en Babilonia,[16] elegida juntamente con vosotros, y Marcos,[17] mi hijo, os saludan. 14. Saludaos unos a otros con un beso de amor.[18] Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.[19] |