Efesios 6 - Reina Valera 19951. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres,[1] porque esto es justo.[2] 2. "Honra a tu padre y a tu madre" --que es el primer mandamiento con promesa--, 3. para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra.[3] 4. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,[4] sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. 5. Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales[5] con temor y temblor,[6] con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6. no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. 7. Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, 8. sabiendo que el bien que cada uno haga, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.[7] 10. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa.[8] 11. Vestíos de toda la armadura de Dios,[9] para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, 12. porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo,[10] contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.[11] 13. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo,[12] estar firmes. 14. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad,[13] vestidos con la coraza de justicia[14] 15. y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz.[15] 16. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.[16] 17. Tomad el yelmo de la salvación,[17] y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.[18] 18. Orad en todo tiempo[19] con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos 19. y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio[20] del evangelio, 20. por el cual soy embajador[21] en cadenas,[22] y con denuedo hable de él como debo hablar. 21. Para que también vosotros sepáis mis asuntos y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico,[23] hermano amado y fiel ministro en el Señor, 22. el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros y para que consuele vuestros corazones.[24] 23. Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 24. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.[25] |