Hebreos 2 - Reina Valera 1995Una salvación tan grande1. Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles[1] fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,[2] 3. ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,[3] 4. testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo[4] según su voluntad. El autor de la salvación5. Dios no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando. 6. Al contrario, alguien testificó en cierto lugar, diciendo: "¿Qué es el hombrepara que te acuerdes de él, el ser humano para que lo visites? 7. Lo hiciste un poco menor que los ángeles, lo coronaste de gloria y de honra y lo pusiste sobre las obras de tus manos.[5] 8. Todo lo sujetaste bajo sus pies".[6] En cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no le sea sujeto, aunque todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. 9. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentara la muerte por todos.[7] 10. Convenía a aquel por cuya causa existen todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionara[8] por medio de las aflicciones al autor de la salvación de ellos,[9] 11. porque el que santifica[10] y los que son santificados, de uno son todos;[11] por lo cual no se [email protected] de llamarlos hermanos,[12] 12. diciendo: "Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré".[13] 13. Y otra vez dice: "Yo confiaré en él". Y de nuevo: "Aquí estoy yo con los hijos que Diosme dio".[14] 14. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15. y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16. Ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.[15] 18. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.[16] |