Marcos 1 - Reina Valera 1995Predicación de Juan el Bautista1. Principio del evangelio[1] de Jesucristo, Hijo de Dios.[2] 2. Como está escrito en el profeta Isaías: "Yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti.[3] 3. Voz del que clama en el desierto: "Preparad el camino del Señor. ¡Enderezad sus sendas!""[4] 4. Bautizaba Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento[5] para perdón de pecados.[6] 5. Acudía a él toda la provincia de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6. Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de su cintura,[7] y comía langostas[8] y miel silvestre. 7. Y predicaba, diciendo: "Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, agachado, la correa de su calzado.[9] 8. Yo a la verdad os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo".[10] El bautismo de Jesús9. [11] Aconteció en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea,[12] y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10. Luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 11. Y vino una voz de los cielos que decía: "Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia".[13] Tentación de Jesús12. Luego el Espíritu lo impulsó al desierto. 13. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días.[14] Era tentado por Satanás[15] [16] y estaba con las fieras, y los ángeles lo servían. Jesús principia su ministerio14. [17] Después que Juan fue encarcelado,[18] Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.[19] 15. Decía: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios[20] se ha acercado. ¡Arrepentíos[21] y creed en el evangelio!" Jesús llama a cuatro pescadores16. [22] Andando junto al Mar de Galilea,[23] vio a Simón[24] y a su hermano Andrés que echaban la red en el mar, porque eran pescadores. 17. Jesús les dijo: --Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18. Y dejando al instante sus redes, lo siguieron.[25] 19. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo,[26] hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca remendando las redes; 20. y en seguida los llamó. Entonces, dejando a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros, lo siguieron. Un hombre que tenía un espíritu inmundo21. Entraron en Capernaúm,[27] y el sábado[28] entró Jesús en la sinagoga[29] y comenzó a enseñar. 22. Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.[30] 23. Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu impuro,[31] que gritó: 24. --¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos?[32] Sé quién eres: el Santo de Dios.[33] 25. Entonces Jesús lo reprendió, diciendo: --¡Cállate y sal de él! 26. Y el espíritu impuro, sacudiéndolo con violencia y dando un alarido, salió de él. 27. Todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: --¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus impuros, y lo obedecen? 28. Muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. Jesús sana a la suegra de Pedro29. Al salir de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30. La suegra de Simón estaba acostada con fiebre, y en seguida le hablaron de ella. 31. Entonces él se acercó, la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente se le pasó la fiebre y los servía. Muchos sanados al ponerse el sol32. [34] Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados.[35] 33. Toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34. Y sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios,[36] porque lo conocían.[37] Jesús recorre Galilea predicando35. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.[38] 36. Lo buscó Simón y los que con él estaban, 37. y hallándolo, le dijeron: --Todos te buscan. 38. Él les dijo: --Vamos a los lugares vecinos para que predique también allí, porque para esto he venido.[39] 39. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.[40] Jesús sana a un leproso40. Vino a él un leproso que, de rodillas, le dijo: --Si quieres, puedes limpiarme.[41] 41. Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: --Quiero, sé limpio. 42. Tan pronto terminó de hablar, la lepra desapareció del hombre, y quedó limpio. 43. Entonces lo despidió en seguida, y le ordenó estrictamente: 44. --Mira, no digas a nadie nada,[42] sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó,[43] para testimonio a ellos. 45. Pero, al salir, comenzó a publicar y a divulgar mucho el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes. |