1 Tesalonicenses 5 - Reina Valera 20001. Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba, 2. porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche, 3. que cuando dirán: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer encinta; y no escaparán. 4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os tome como ladrón; 5. porque todos vosotros sois hijos de [la] luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. 6. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. 7. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos. 8. Mas nosotros, que somos [hijos] del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de [la] salud por yelmo. 9. Porque no nos ha ordenado Dios para ira, sino para alcanzar salud por el Señor nuestro Jesús [el] Cristo, 10. el cual murió por nosotros, para que [sea] que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11. Por lo cual, consolaos y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis. Pablo exhorta a los hermanos12. Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13. y que los tengáis en mayor caridad por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros. 14. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos. 15. Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. 16. Estad siempre gozosos. 17. Orad sin cesar. 18. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19. No apaguéis el Espíritu. 20. No menospreciéis las profecías. 21. Examinadlo todo; retened lo que fuere bueno. 22. Apartaos de toda apariencia de mal. 23. Y el Dios de paz os santifique completamente; para que vuestro espíritu, alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida del Señor nuestro, Jesús, el Cristo. 24. Fiel es el que os ha llamado; el cual también [lo] hará. Salutaciones y bendición final25. Hermanos, orad por nosotros. 26. Saludad a todos los hermanos con ósculo santo. 27. Os amonesto por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos. 28. La gracia del Señor nuestro Jesús, [el] Cristo, sea con vosotros. Amén. |