Zacarías 1 - Nueva Biblia Española (1975)Llamamiento a volver a Jehová1. El año segundo de Darío, el mes octavo, el Señor dirigió la palabra al profeta Zacarías, hijo de Beraquías, hijo de Ido: 2. El Señor estaba muy irritado con sus antepasados. 3. Ahora diles: Así dice el Señor de los ejércitos: Vuelvan a mí -oráculo del Señor- de los ejércítos y yo volveré a ustedes -dice el Señor de los ejércitos-. 4. No sean como sus antepasados, a quienes predicaban los antiguos profetas: "Así dice el Señor de los ejércitos: Conviértanse de su mala conducta y de sus malas acciones"; y no me escucharon ni me hicieron caso -oráculo del Señor- de los ejércitos-. 5. Sus antepasados, ¿dónde están?; sus profetas, ¿viven para siempre? 6. En cambio, mis palabras y decretos, que encomendé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a sus antepasados? Entonces se convirtieron, diciendo: "Como el Señor había dispuesto tratarnos por nuestra conducta y nuestras acciones, así nos ha tratado". La visión de los caballos7. El veinticuatro del mes undécimo del segundo año del reinado de Darío, el Señor dirigió la palabra a Zacarías, hijo de Beraquías, hijo de Ido: 8. En una visión nocturna se me apareció un jinete sobre un caballo alazán, parado en un hondón entre los mirtos; detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos. 9. Pregunté: ¿Quiénes son, señor? Me contestó el ángel que hablaba conmigo: Te voy a enseñar quiénes son. 10. Y el que estaba entre los mirtos me dijo: A éstos los ha despachado el Señor para que recorran la tierra. 11. Ellos informaron al ángel del Señor, que estaba entre los mirtos: Hemos recorrido la tierra y la hemos encontrado en paz y tranquila. 12. Entonces el ángel del Señor dijo: Señor de los ejércitos, ¿cuándo te vas a compadecer de Jerusalén y de los pueblos de Judá? Ya hace setenta años que estás airado contra ellos. 13. El Señor contestó al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, frases de consuelo. 14. Y el ángel que me hablaba me ordenó proclamar: Así dice el Señor de los ejércitos: Siento celos de Jerusalén, celos grandes de Sión, 15. y siento gran cólera contra las naciones confiadas que se aprovechan de mi breve cólera para colaborar al mal. 16. Por eso, así dice el Señor: Me vuelvo a Jerusalén con compasión, y mi templo será reedificado -oráculo del Señor- de los ejércitos-, y aplicarán la plomada a Jerusalén. 17. Sigue proclamando: Así dice el Señor de los ejércitos: Otra vez rebosarán las ciudades de bienes, el Señor consolará otra vez a Sión, Jerusalén será su elegida. Visión de los cuernos y los carpinteros18. Alcé la vista y vi. cuatro cuernos. 19. Pregunté al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué significan? Me contestó: Significan los cuernos que dispersaron a Judá (Israel) y Jerusalén. 20. Después el Señor me enseñó cuatro herreros. 21. Pregunté: ¿Qué han venido a hacer? Respondió: Aquéllos son los cuernos que dispersaron tan bien a Judá que nadie pudo levantar cabeza, y éstos han venido a espantarlos, a expulsar los cuernos de las naciones que embestían con los cuernos a Judá para dispersarla. |