1 Timoteo 3 - Serafín de Ausejo 1975

Requisitos de los obispos

1. He aquí una afirmación digna de crédito: aspirar al cargo de obispo es desear una excelente función.

2. Por consiguiente, el obispo tiene que ser irreprochable, fiel en su matrimonio, sobrio, ponderado, educado, hospitalario, capaz de enseñar;

3. no bebedor ni pendenciero, sino amable, conciliador, desinteresado;

4. que sepa gobernar bien su propia casa y educar a sus hijos con toda dignidad.

5. Porque, el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidarse de la iglesia de Dios?

6. No debe ser neófito, no sea que, infatuado, incurra en la misma condenación en que incurrió el diablo.

7. También es necesario que tenga buena reputación entre los de fuera, para que no caiga en descrédito ni en las redes del diablo.

Requisitos de los diáconos

8. Igualmente, los diáconos han de ser dignos, sin doblez en el hablar, no dados a la bebida ni a sórdidos oficios,

9. para poder guardar con pura conciencia el misterio de la fe.

10. También ellos deben ser probados de antemano, y después, si son irreprensibles, podrán ejercer el oficio de "diácono".

11. Las mujeres deben ser igualmente dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.

12. Los "diáconos" sean fieles en su matrimonio y sepan gobernar bien a sus hijos y su propia casa.

13. Los que han cumplido bien su oficio de "diácono" adquieren para sí un puesto de prestigio y plena seguridad en la fe que tenemos en Cristo Jesús.

El misterio de la piedad

14. Te estoy escribiendo esta carta con la esperanza de reunirme contigo lo más pronto posible.

15. Pero, si me retraso, quiero que sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios que es la Iglesia del Dios vivo, columna y soporte de la verdad.

16. Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en espíritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, creído en el mundo, ascendido en gloria.