Job 42 - Serafín de Ausejo 1975Confesión y justificación de Job1. Respondió entonces Job a Yahveh: 2. "Reconozco que todo lo puedes y que nada te resulta irrealizable. 3. Soy yo el que oscurece tus planes con razones vacías de sentido. Sí; he hablado de lo que no entendía, de maravillas que me superan y que ignoro. 4. Escúchame, permíteme que hable yo te preguntaré, y tú me enseñarás. 5. Tan sólo de oídas te conocía yo pero ahora mis ojos te ven. 6. Por eso me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza". 7. Después que Yahveh dijo a Job estas palabras, se dirigió a Elifaz de Temán: "Se ha encendido mi cólera contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado rectamente de mí, como mi siervo Job. 8. Tomad pues, siete becerros y siete carneros, acudid ante mi siervo Job y ofrecedlos por vosotros en holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros y en atención a él no os castigaré por no haber hablado rectamente de mí, como mi siervo Job". 9. Fueron, pues, Elifaz de Temán, Bildad de Suáj y Sofar de Naamat e hicieron cuanto les había mandado Yahveh. Y Yahveh prestó atención a Job. Restauración de la prosperidad de Job10. Tras haber intercedido Job por sus amigos, Yahveh restableció su situación y le devolvió el doble de cuanto antes había poseído. 11. Acudieron entonces a él todos sus hermanos y hermanas y todos sus antiguos conocidos. Comieron con él en su casa, le expresaron su condolencia y lo consolaron por todas las desventuras que Yahveh le había infligido. Cada uno le regaló una moneda de plata y un anillo de oro. 12. Yahveh bendijo la nueva vida de Job más aún que la primera. Job llegó a poseer catorce mil ovejas y seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. 13. Tuvo catorce hijos y tres hijas: a la primera le puso por nombre Paloma, a la segunda, Canela a la tercera, Estibina. 14. No había en toda la región mujeres más hermosas que las hijas de Job. 15. Y su padre les dio una parte de la heredad junto con sus hermanos. 16. Después de lo cual, Job vivió hasta los ciento cuarenta años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos hasta la cuarta generación. 17. Por fin, Job murió anciano y colmado de días. |