Marcos 1 - La Biblia Textual 3a EdicionPredicación de Juan el Bautista1. Principio del evangelio° de Jesús el Mesías. ° 2. Como está escrito en el profeta Isaías: He aquí envío mi mensajero° delante de tu rostro, El cual preparará tu camino.° 3. Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Allanad sus sendas.° 4. Apareció Juan° bautizando en el desierto, y proclamando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados. 5. Y salía a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalem,° y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. 6. Juan estaba vestido de pelos de camello y un cinto de cuero alrededor de su cintura,° y comía° langostas° y miel silvestre. 7. Y proclamaba, diciendo: Después de mí viene el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de inclinarme y desatar la correa de sus sandalias. 8. Yo os bauticé con° agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo. El bautismo de Jesús9. En aquellos días sucedió que° vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en° el Jordán. 10. Inmediatamente,° mientras subía del agua, vio los cielos rasgados y al Espíritu descendiendo sobre Él como una paloma. 11. Y vino una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en ti hallo mi complacencia.° Tentación de Jesús12. Enseguida el Espíritu lo impulsa al desierto. 13. Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás, y estaba con las fieras, y los ángeles lo servían. Jesús principia su ministerio14. Después que Juan fue° entregado, Jesús fue a Galilea proclamando el evangelio de Dios,° 15. y diciendo: ¡El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios° se ha acercado! ¡Arrepentíos,° y creed en el evangelio! Jesús llama a cuatro pescadores16. Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando° una jábega° en el mar, porque eran pescadores. 17. Jesús les dijo: Venid en pos de mí y haré que seáis pescadores de hombres. 18. Y de inmediato,° dejando las redes, lo siguieron. 19. Yendo un poco más adelante, vio a Jacobo, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en su barca remendando las redes. 20. Enseguida los llamó, y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, lo siguieron. Un hombre que tenía un espíritu inmundo21. Y llegan a Cafarnaum, y tan pronto llegaba el sábado, entraba en la sinagoga y enseñaba. 22. Y se asombraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.° 23. Y en aquel momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, y chilló, 24. diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo,° Jesús nazareno? ¿Viniste a destruirnos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios! 25. Pero Jesús le ordenó, diciendo: ¡Enmudece y sal de él! 26. Y el espíritu inmundo, convulsionándolo y gritando a gran voz, salió de él. 27. Y todos se maravillaron, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Una nueva doctrina autoritativa?° ¡Aun a los espíritus inmundos manda, y le obedecen! 28. Y enseguida la noticia respecto a Él corrió por todas partes en la región circundante de Galilea. Jesús sana a la suegra de Pedro29. Y saliendo de la sinagoga, fueron enseguida con Jacobo y Juan a la casa de Simón y Andrés. 30. Y la suegra de Simón yacía con fiebre, y enseguida le hablan acerca de ella. 31. Y se acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó, y los servía. Muchos sanados al ponerse el sol32. Y por la tarde, al ponerse el sol,° le traían todos los enfermos° y los endemoniados, 33. y la ciudad entera se agolpaba ante la puerta. 34. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas dolencias, y echó fuera muchos demonios; pero no dejaba hablar a los demonios, porque éstos lo reconocían. Jesús recorre Galilea predicando35. Levantándose muy de mañana, estando aún oscuro, salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba. 36. Y Simón y los que estaban con él siguieron a su alcance, 37. y cuando lo hallaron, le dicen: ¡Todos te buscan! 38. Les contesta: Vayamos a otra parte, a los pueblos° vecinos, para que también predique allí, pues para esto salí. 39. Y entró en las sinagogas de ellos por toda Galilea, predicando y echando fuera los demonios.° Jesús sana a un leproso40. Y llega a Él un leproso rogándole, y le dice: Si quieres, puedes limpiarme. 41. Y se le enternecieron las entrañas, y extendiendo su mano lo tocó, y le dice: Quiero, ¡sé limpio! 42. Y° al instante se le fue la lepra y quedó limpio. 43. Y enseguida lo despidió, después de advertirle severamente: 44. Mira, a nadie le digas nada,° sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó,° para testimonio a ellos. 45. Pero él, saliendo, comenzó a pregonar en alto y a divulgar el asunto, hasta el punto que Él no podía entrar públicamente° en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares despoblados, y acudían a Él de todas partes. |