Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Mateo 27 - Version Moderna (1929)

Jesús ante Pilato

1. Y VENIDAla madrugada, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consulta contra Jesús, para hacerle morir.

2. Y habiéndole atado, le llevaron, y le entregaron a Pilato, el gobernador.

Muerte de Judas

3. ¶Entonces Judas, que le había entregado, viendo que era condenado, lleno de remordimiento, devolvió los treinta siclos de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos,

4. diciendo:  ¡Pequé, entregando sangre inocente! Mas ellos dijeron:  ¿Qué se nos da a nosotros? ¡viéraslo tú!

5. Y tirando los siclos de plata hacia el Santuario, partió, y fué, y se ahorcó.

6. Y los jefes de los sacerdotes, recogiendo los siclos de plata, dijeron:  No es lícito echarlos en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.

7. Mas habida consulta, compraron con ellos el Campo del Alfarero, para sepultura de extranjeros.

8. Por lo cual aquel campo ha sido llamado Campo de Sangre, hasta el día de hoy.

9. Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías, que dijo:  Y tomaron los treinta siclos de plata, valor del valorado, que avaluaron por parte de los hijos de Israel;

10. y diéronlos por el campo del alfarero, como el Señor me ordenó.

Pilato interroga a Jesús

11. ¶Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo:  ¿Eres tú el rey de los Judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.

12. Y cuando fué acusado por los jefes de los sacerdotes y los ancianos, nada respondió.

13. Entonces Pilato le dice:  ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?

14. Mas no le respondió, ni siquiera a una sola palabra; de manera que el gobernador se maravillaba mucho.

Jesús sentenciado a muerte

15. Empero en cada fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo algún preso, a quien ellos quisieran.

16. Y tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás.

17. Estando ellos, pues, reunidos, les dijo Pilato:  ¿A quién queréis que os suelte? ¿a Barrabás, o a Jesús, que es llamado Cristo?

18. pues sabía que por envidia le habían entregado.

19. Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo:  Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.

20. Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron al pueblo que pidiesen a Barrabás, y destruyesen a Jesús.

21. Así que respondiendo el gobernador, les dijo:  ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron:  ¡A Barrabás!

22. Díceles Pilato:  ¿Qué haré, pues, de Jesús que es llamado Cristo? Dicen todos:  ¡Sea crucificado!

23. Mas el gobernador dijo:  Pues, ¿qué mal ha hecho? Pero ellos clamaban con mayor vehemencia:  ¡Sea crucificado!

24. ¶Viendo, pues, Pilato que nada adelantaba, sino se iba haciendo un tumulto, tomó agua, y lavóse las manos en presencia del pueblo, diciendo:  Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.

25. Y todo el pueblo respondiendo, dijo:  ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!

26. Les soltó, pues, a Barrabás; mas habiendo hecho azotar a Jesús, le entregó para ser crucificado.

27. ¶Entonces los soldados del gobernador, llevando a Jesús al Pretorio, juntaron en torno de él toda la cohorte.

28. Y habiéndole desnudado, le vistieron un mantode grana.

29. Y cuando hubieron tejido una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y doblando la rodilla delante de él, hacían burla de él, diciendo:  ¡Salve, Rey de los Judíos¡

30. Y escupían en él, y tomando la caña, le herían en la cabeza.

31. ¶Y cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, y le pusieron sus propios vestidos, y le llevaron a crucificar.

Crucifixión y muerte de Jesús

32. Y al salir de la ciudad, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón; a éste le tomaron por fuerza para que llevase la cruz.

33. ¶Y cuando hubieron llegado al lugar que se llama Gólgota, que quiere decir, Lugar de la Calavera,

34. le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; mas cuando lo hubo probado, no quiso beberlo.

35. Y habiéndole crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes; para que se cumpliera lo dicho por el profeta: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mí ropa echaron suertes.

36. Y sentándose, le hacían la guardia allí.

37. Y pusieron sobre su cabeza su causa, escrita así:éste es jesús, el rey de los judíos.

38. Entonces fueron crucificados con él dos ladrones, el uno a la derecha, y el otro a la izquierda.

39. ¶Y los que pasaban le decían injurias, meneando sus cabezas,

40. y diciendo:  ¡Tú que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo! ¡Si Hijo eres de Dios, desciende de la cruz!

41. De igual manera también los jefes de los sacerdotes escarneciéndole, juntamente con los escribas y los ancianos, decían:

42. A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.  Si es el rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.

43. Confió en Dios; líbrele ahora, si le quiere; porque ha dicho:  De Dios soy Hijo.

44. Los ladrones también que estaban crucificados con él, le echaronen cara los mismos improperios.

45. ¶Y desde la hora de sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de nona.

46. Y cerca de la hora de nona, Jesús clamó a gran voz, diciendo:  ¡elí, elí; lamá sabactani! que quiere decir:  ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has desamparado?

47. Algunos de los que allí estaban, al oír esto, decían: A Elías llama éste.

48. Y al instante corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y empapóla en vinagre, y poniéndola en una caña, dábale a beber.

49. Pero los demás decían:  ¡Deja; veamos si viene Elías a librarle!

50. ¶Empero Jesús, clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu.

51. Y, he aquí, el velo del Santuario se rasgó en dos, de alto a bajo; y tembló la tierra; y las rocas se hendieron;

52. y los sepulcros se abrieron; y muchos cuerpos de santos, que habían dormido, resucitaron;

53. y saliendo de los sepulcros y después de la resurrección de él, vinieron a la ciudad santa, y aparecieron a muchos.

54. El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!

55. Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole:

56. entre las cuales estaba María Magdalena, y María madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

Jesús es sepultado

57. ¶Y cuando era la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, que se llamaba José, el cual también era discípulo de Jesús:

58. éste, yendo a Pilato, pidió para sí el cuerpo de Jesús.  Entonces Pilato mandó que se le entregase.

59. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en un lienzo limpio,

60. y lo colocó en un sepulcro suyo nuevo, que él había labrado a pico en la peña:  y habiendo rodado una piedra grande a la puerta del sepulcro, sefué.

61. Y estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas enfrente del sepulcro.

La guardia ante la tumba

62. ¶Al día siguiente, que era el día después de la Preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos acudieron juntos a Pilato,

63. diciendo:  Señor, nos acordamos que aquel impostor dijo mientras vivía aún:  Después de tres días resucitaré.

64. Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el día tercero; no sea que vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo:  Ha resucitado de entre los muertos.  Y el postrer error será peor que el primero.

65. Díjoles Pilato:  Guardia tenéis; id, aseguradlo lo mejor que sabéis.

66. Ellos pues se fueron, y sellando la piedra, aseguraron el sepulcro por medio de la guardia.