«Los israelitas dijeron a Gedeón:
– Sé tú nuestro señor, y también tu hijo y tu nieto, pues que nos has librado de manos de Madián.
Pero Gedeón respondió:
– No seré señor sobre vosotros, ni lo será mi hijo. Jehová será vuestro Señor.»
Jueces 8:22-23
¡Que fácil es para el hombre rendirse ante otro hombre! Acá observamos una reacción típicamente humana: en vista de que Gedeón había librado a Israel de sus enemigos, el pueblo quiere que se convierta en su señor, no sólo él sino tamibén toda su familia.
¿Cuánta veces hemos actuado así nosotros? ¿Cuántas veces corremos a los pies de un líder y olvidamos de quien proviene la gracia que dicho líder posee? Iglesias enteras se han dividido a causa de esto, que triste.
Debemos tomar el ejemplo de Gedeón, quien sabiendo que todo lo que hizo fue gracias a Dios, guió al pueblo a que se rindieran ante el verdadero Señor.
¡Quiera Dios que cuando las personas vean algo en nosotros digno de admirar, nosotros señalemos al cielo, al único y verdadero Dios!
Deja una respuesta