Jesucristo es bondadoso, maravilloso y misericordioso
Hace varios años que tengo el blog, la mayoría de los mensajes que comparto han sido porque me han tocado y he sentido la palabra de Dios hablando a mi vida, sacado de libros que he leído o de internet, de allí que hago las gráficas que comparto relacionadas con la palabra o el motivo del mensaje.
Rara vez comparto algo propio, pero hoy siento la necesidad de hacerlo. En estos últimos años han pasado tantas cosas en mi vida, cambios que me han conmovido, situaciones en las cuales no tengo control alguno, decepciones de personas cercanas y amadas, la partida de mi viejo que no pensé que me afectaría tanto, y otras tantas cosas. Todo esto me ha llevado a una tristeza interna que llena mi alma.
Lo único que me ha sostenido ha sido mi Jesucristo, con su palabra y amor. Momentos donde lo único que he hecho ha sido llorar en su presencia sin decir palabras. Han sido momentos a solas con mi Rey Pastor donde he sentido la opresión del enemigo queriendo matar mi fe. En esa desesperación y ahogo todo lo que he hecho es clamar y clamar al Señor, llenándome de su palabra y promesas. ¡A donde iré si solo tu Señor tienes palabras de vida!!!
Lo más bello de todo es que Él siempre ha estado aquí, conmigo a mi lado, dándome palabras de aliento y esperanza, no he estado sola, porque Él ha sido mi más fiel amigo, nunca me ha fallado ni abandonado y me ama tal cual yo soy. No me critica ni me reprocha de porque estoy así de mal, débil, sin fuerzas, cansada, sin ganas de nada, por el contrario, me alienta, me da fuerza y me empuja a seguir adelante. Me dice, no te detengas, camina conmigo, Yo te ayudo, Yo te sostengo. Sé que todo tiene un propósito y sé que en esta crisis emocional también Dios sabe por qué la estoy pasando… siempre hay algo que aprender y cambiar.
Mi oración es Señor has conmigo como desees y saca de mi todo aquello que no te agrada, se que en mi camino no he sido perfecta y he cometido cantidad de errores y faltas, pero se tambien que me perdonas y me restauras, me levantas. Quiero alabarte y honrarte Señor, mi vida, todo mi ser es tuyo y tú eres mio. Gracias Amado amigo por ser tan maravilloso, dulce y amoroso.
Gracias mi Señor y Salvador por no soltarme, por amarme, y porque cumplirás tu propósito en mi vida. Que seria de mí sin ti, a donde estaría, te alabo mi Rey, porque en mis más dolorosos momentos has estado conmigo. Gracias por mi Esposo e hijos, por aquellas personas que has puesto en mi camino y me han bendecido. Gracias porque tengo la certeza de ser tu hija, tu amada hija y que mi vida está en la palma de tu mano. Te amo Jesucristo, Señor y salvador, el amado de mi alma.
Deja una respuesta