YO HE VENCIDO AL MUNDO

Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios». Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo. Juan 16, 29-33

Reflexión

Jesús venció al mundo, significa que venció todo, absolutamente todo…enfermedad, inseguridad, temor, angustias, humillaciones, dolor…

Jesús no les oculta a sus discípulos que el mundo traerá tribulación, sobre todo a los que siguen el evangelio. No. Jesús les anima con su ejemplo: «¡ánimo!: yo he vencido al mundo» Es de este modo como hay que entender la Muerte y la Resurrección del Señor, como el triunfo que sobrepasa totalmente los éxitos humanos: el triunfo que nos ganó la vida eterna.

Así, si Jesús se ha batido dando su vida por destronar de una vez para siempre al príncipe de este mundo y ha vencido, no podemos tener miedo, ni sentirnos débiles frente a las situaciones que se nos presentan. Nos toca ahora dar la cara por Cristo, como Él dio la vida por nosotros. Nos toca darle valor a su sacrificio, aceptando que el ya venció al mundo para nosotros, el que quiera aceptar esto, no tendrá porque preocuparse por las cosas de este mundo. No tendrá que “batirse” con las aflicciones de este mundo, eso ya lo hizo Jesús por nosotros.

Es como cuando estamos en el Colegio y tenemos un hermano mayor que siempre nos defiende de los que quieren hacernos daño, quitarnos la merienda, arruinar nuestros cuadernos, en fin ,un hermano mayor que nos saca de apuros en el colegio, andamos tranquilos porque sabemos que ante cualquier amenaza, nuestro hermano ya recibió los golpes por nosotros, los empujones, en fin nos defendió, nosotros solo tenemos que disfrutar de la tranquilidad y la paz que nuestro hermano nos brinda.

Cuando Jesús nos dice que en el mundo tendremos aflicción, no lo hace con la intención de desalentarnos. Lo hace queriendo que veamos que nuestros buenos propósitos y proyectos están sostenidos de su mano amorosa. Aquí está la clave del gozo completo de los cristianos: sabemos que Dios está con nosotros, que nos defendió ya de todo, que no hay porque temer nada. El venció al mundo para nosotros, solo tenemos que aceptar su sacrificio y no andar batallando nosotros también, El ya lo hizo.
PAZ Y BIEN ¡¡¡


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