Cuando pensamos en niños de la edad en comienzan a andar, o tenemos la bendición de experimentarlos nosotros mismos, llegamos a la conclusión de que siempre están en movimiento, nunca queriendo detenerse. Van por cada día con más entusiasmo que un adulto puede imaginar y nunca se cansan. Navegan sus primeros años a menudo sin […]
“Dejen que los niños vengan a mí, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos”.
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