Sinceramente, quién de nosotros en algún momento de nuestras vidas, no hemos discutido con Dios. Pero que es lo que nos lleva tomarnos tamaño atrevimiento de decirle a Dios “… quisiera preguntarte el porqué de algunas cosas”, sencillamente lo que nos moviliza es la disconformidad con la realidad que nos toca enfrentar y más aún si esta realidad está marcada por la “injusticia” e “impunidad”.
Jeremías hablaba de un suceso pero Dios le respondió hablándole de procesos.
De igual manera muchas veces esto nos sucede a nosotros, comenzamos a discutir con Dios, porque la situación que nos toca enfrentar en nuestra vida es realmente injusta, en mas es contraria al orden de Dios, y nuestras preguntas se transforman en poco tiempo en atrevidas “instrucciones” de cómo El debería manejar ese asunto.
El Señor en ningún momento le dijo a Jeremías es mentira lo que me argumentas, no es cierto lo que dices, porque en realidad era cierto, pero no pasaba por si era cierto o no, pasaba porque lo que estaba sucediendo era parte de un proceso, de una escuela de preparación.
Dios te dice hoy, es necesario que estés capacitado a superar esta “injusta” situación actual, que he permitido que vivas, porque a través de ella quiero prepararte para un nivel superior, es un principio del reino “… sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré” para poder alcanzar posiciones superiores en nuestra vida, primero vamos a tener que aprender a correr con “los de a pie” para luego correr con los “dé a caballo” esto quiere decir que lo que hoy te toca vivir es una preparación para lo que vendrá mañana.
No hay otra posibilidad quieres avanzar, quieres crecer, tendrás que estar dispuesto a someterte a los procesos de Dios. Cada situación en tu vida forma parte de un plan divino, la palabra de Dios dice “…a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Raúl Cuadro
HASTA LA PROXIMA VICTORIA!!!
Deja una respuesta