Un cambio llegará repentinamente, será para bien si eliges el bien o será para el mal si eliges el mal.
En nuestra vida no existe la casualidad, todo cuanto acontece a los hijos de Dios, está bajo su control y protección. Por eso nos enseña la Palabra que «todas las cosas nos ayudan a bien», claro está en su conjunto.
No vivas según lo que ves, vive según lo que Dios ha dicho. Prosigue hacía delante, no retrocedas, olvida lo que queda atrás y extiéndete hacía los sueños de Dios para tu vida.
El camino hacía el cumplimiento tiene sus obstáculos que hay que superar.
Cuando Dios nos da una palabra o promesa el enemigo también es conocedor de ella y va a poner toda su energía en que no puedas llegar a alcanzarla. Pero debemos saber que mayor es el que está con nosotros y que el camino hacía el cumplimiento lo recorremos con Cristo a nuestro lado, Él nunca nos dejará solos.
Este es el tiempo, en el que Dios quiere que veamos el cumplimiento de sus promesas. El quiere que prosigamos, olvidemos y que nos extendamos en alcanzar todo lo que El, ya nos ha dado.
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