Charles Stanley – AFERRARNOS A NUESTRA ESPERANZA
La situación de Ana parecía irremediable. Estaba angustiada porque “Jehová no le había concedido tener hijos”. Lo cual por sí solo, era un gran motivo de desgracia para una mujer hebrea. Pero Ana sufría aún más por la provocación intencional de la otra esposa de su marido, quien había sido bendecida con hijos.