Deuteronomio 21:18 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Deuteronomio 21:18 | Comentario Bíblico Online

I. Una ley para castigar a un hijo contumaz y rebelde (v. Deu 21:18). Después de la ley en que se preceptúa que los padres no priven de sus derechos a los hijos, era conveniente otra ley en la que se mandase que los hijos no privasen a sus padres del honor y la obediencia que les deben.

1. Se describe al hijo díscolo como contumaz y rebelde. Ningún hijo había de ser castigado por la escasez de sus aptitudes, ni por lo obtuso de su inteligencia, sino por su obstinación rebelde. Se le describe igualmente como glotón y borracho (v. Deu 21:20). Esto insinúa que: (A) O que éstos eran los vicios de los que de manera especial le reprendían sus padres, o: (B) Que el ser glotón y borracho era la causa de su insolencia y su obstinación contra sus padres, pues el término hebreo indica, más que glotón, una vida licenciosa y perdida (comp. con Luc 15:13). Cuando los hombres se entregan a la bebida, olvidan la ley y pervierten el derecho (Pro 31:5), incluso la ley fundamental de honrar a los padres.

2. Se describe cómo había que proceder contra este criminal. Sus propios padres habían de ser sus acusadores (vv. Deu 21:19-20). Cuando se compara este caso con el de Luc 15:11 y siguientes, no podemos menos de sorprendernos del agudo contraste: En Deu 21:1-23, el mal hijo es acusado por su padre y por su madre, y es presentado a los ancianos del lugar para que sea apedreado y muera; en cambio, al mal hijo de Luc 15:1-32, su padre le echa los brazos al cuello, y celebra una fiesta por haberlo recobrado. Es cierto que el hijo de vida disoluta de Deu 21:1-23, es descrito siempre como contumaz y rebelde, mientras que el hijo de vida disoluta de Luc 15:1-32 volvió en sí, se arrepintió, se levantó y se volvió a su padre; pero aun así, ¡qué diferencia! En el primer caso impera la justicia de la Ley; en el segundo, domina la misericordia del Evangelio.

II. Ley que regula el enterramiento de los cadáveres de malhechores que habían sido colgados de un madero, después de muertos por lapidación (v. Deu 21:22). Los cadáveres de tales individuos eran colgados de un madero, por orden judicial, y allí estaban por algún tiempo, expuestos públicamente al vituperio general, como expresión de la ignominia de su crimen. Aquí se dicta la norma de que, sea cual sea la hora del día en que hayan sido colgados, han de ser descolgados y sepultados antes de la puesta del sol. Con esto: 1. Dios quería preservar el honor del cuerpo humano y mostrar su compasión y delicadeza al vislumbrar en aquel criminal ciertos rasgos, aunque borrosos, del ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios. 2. Es obvio que, en este acto, estaba implicada también la ley ceremonial; por ley de Moisés el contacto de un cadáver contaminaba legalmente y, por ello, los cadáveres no habían de permanecer colgados así por mucho tiempo, ya que su putrefacción y el mero hecho de ser pasto de las aves de rapiña, contaminaría la tierra que Dios había dado por heredad a Israel (v. Deu 21:23). 3. «Porque maldito por Dios es el colgado» dice el mismo versículo . No significa que fuese maldito por Dios por estar colgado, sino que el estar colgado, al mismo tiempo que era espectáculo de ignominia para la vista humana, era expresión evidente de la maldición divina por haber violado la Ley. Podemos pues, ver que, con esta maldición divina sobre el criminal, la justicia que la Ley demandaba quedaba satisfecha. Por eso, el Apóstol Pablo, aplica a Cristo este versículo (Gál 3:13), para demostrar que, al haber sido Él colgado de un madero (Hch 5:30; 1Pe 2:24; que fuese clavado, no meramente suspendido, no entrañaba diferencia), había llevado sobre sí la maldición que la Ley proclamaba contra nosotros, miserables pecadores, «muertos por nuestros delitos» (Efe 2:1), de forma que, por la sustitución redentora de su sacrificio en la Cruz, pasase a nosotros la bendición de las promesas divinas en Abraham, mientras Cristo cargaba con la maldición que nosotros merecíamos por nuestros pecados. Aquí radica el escándalo de la Cruz, que Pablo menciona (1Co 1:23; Gál 5:11), ya que todo judío que no haya quedado convicto por el Espíritu Santo del sentido de la obra del Calvario, se ve forzado a decir, por Deu 21:23, «Jesús es maldito» (1Co 12:3).

Deuteronomio 21:18 explicación
Deuteronomio 21:18 reflexión para meditar
Deuteronomio 21:18 resumen corto para entender
Deuteronomio 21:18 explicación teológica para estudiar
Deuteronomio 21:18 resumen para niños
Deuteronomio 21:18 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí