Éxodo 32:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Éxodo 32:1 | Comentario Bíblico Online

Mientras Moisés estaba en el monte, recibiendo la Ley de manos de Dios, el pueblo tuvo tiempo para meditar sobre lo que se les había entregado, pero había entre ellos quienes ya maquinaban el modo de quebrantar las leyes que tan recientemente habían recibido. En el día trigésimo nono de los cuarenta, estalló el complot de rebelión contra el Señor.

I. El pueblo se dirigió tumultuosamente a Aarón, a quien le había sido confiado el gobierno del pueblo en ausencia de Moisés: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros (v. Éxo 32:1).

1. El mal efecto sobre ellos de la ausencia de Moisés.

2. La furia y la violencia de una multitud cuando son influidos y pervertidos por una mentira tal que es capaz de engañar a multitudes. Puesto que Moisés había dejado encargados a Aarón y a Hur, algunos expositores deducen que Hur se resistió a satisfacer las demandas del pueblo y murió a manos de la multitud. En este sentido se expresa la Tradición judía.

A) Estaban cansados de esperar la tierra prometida. Querían apresurarse a entrar en la tierra que fluye leche y miel, pero no podían pararse a tomar consigo su norma religiosa. Debemos primero estar firmes en la espera y la observancia de la ley de Dios, antes de poder disfrutar de sus promesas

B) Estaban cansados de esperar el regreso de Moisés. Al ver que ya había pasado el cuadragésimo día, pensaron que algo malo le había pasado a Moisés y se desanimaron completamente. A este Moisés, el varón que nos sacó de ta tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. (a) Con qué ligereza hablan de su persona este Moisés . Así de desagradecidos se muestran hacia Moisés, que tan tierna preocupación les había mostrado, y así marchaban en sentido contrario al de Dios. Si él se había detenido algo más de la cuenta, sería porque Dios tenía tanto que decirle para bien de ellos. (b) Él residía en el monte como embajador de ellos, y ciertamente volvería tan pronto como hubiese terminado el asunto que le llevó allá; sin embargo, esto les sirvió de pretexto para su malvada propuesta. El interpretar mal la demora de nuestro Señor en volver es motivo y ocasión para que algunos se endurezcan más en su maldad (2Pe 3:3-4). Nuestro Señor Jesucristo ha subido al monte de gloria, donde aparece en la presencia de Dios por nosotros, sin que nosotros le veamos; los Cielos deben albergarle y ocultarle de nuestra vista, para que vivamos por fe. El cansancio en esperarle puede entregarnos a muchas y grandes tentaciones. (c) Aquí Israel, si hubiese esperado sólo un día más habría visto lo que le había acontecido a Moisés.

C) Estaban cansados de esperar la institución divina de un culto religioso entre ellos. Se les había dicho que habían de servir a Dios en este monte, pero, como no se les cumplió tan pronto como ellos deseaban, decidieron poner a trabajar su propio ingenio para inventar señales de la presencia de Dios con ellos, y gloriarse en ellas, y tener un culto de su propia invención, probablemente parecido al que habían visto entre los egipcios. Decir: Moisés se ha perdido ¡haznos un dios! era el mayor absurdo que se podía imaginar. ¡Haznos dioses que vayan delante de nosotros! ¡Dioses! ¿Cuántos iban a tener? ¿No era suficiente con uno? ¡Haznos dioses! ¿Y qué bien podían proporcionarles dioses hechos con sus propias manos?

II. En respuesta a esto, Aarón les pide sus joyas: Apartad los zarcillos de oro … y traédmelos (v. Éxo 32:2). No encontramos una sola palabra de Aarón para disuadirles de su intento, sino que pareció aprobar la idea y no se mostró remiso en llevarles la corriente, ¿pensó quizá que pidiéndoles que se despojaran de todas sus joyas, se enfriarían sus ánimos? Lo cierto es que, lo mismo que sus descendientes, no tuvieron inconveniente en sacar oro de la bolsa, desprenderse de todas sus alhajas y alquilar un orfebre para hacer un dios de ello, postrarse y adorarlo (Isa 46:6). «¡Qué pueblo tan voluble! dicen los rabinos ; un día dan su plata y su oro para el santuario de Dios; y al día siguiente lo dan para hacer un becerro de oro.»

III. A continuación leemos la fabricación del becerro de oro (vv. Éxo 32:3-4).

1. El pueblo trajo sus zarcillos a Aarón de buena gana, ya que, al pedirlos él, en vez de hacerles desistir de la propuesta, había quizás estimulado más su superstición, haciéndoles imaginarse que el oro quitado de sus orejas sería el más aceptable y serviría para fabricar el más valioso dios. 2. Aarón fundió los zarcillos y, teniendo ya preparado un molde para ello, echó en él el oro fundido y lo ajustó a la forma de un buey o becerro. Hay quienes piensan que Aarón escogió esta figura como señal de la presencia divina, porque pensó que la cabeza y los cuernos de un buey eran un buen emblema del poder divino y quizá confió en que, siendo una cosa tan común y ordinaria, la gente no sería tan imbécil como para adorarlo. Pero es probable que ellos hubieran aprendido de los egipcios a representar así a la deidad, pues se nos dice (Eze 20:8): Ni dejaron los ídolos de Egipto. Y también: Y no dejó sus fornicaciones comenzadas en Egipto (Eze 23:8). Así cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba (Sal 106:20) y proclamaron su propia insensatez, mayor que la de otros idólatras que adoraban a ejército de los cielos.

IV. Después de hacer un becerro en Horeb, se postraron ante una imagen de fundición (Sal 106:19). Aarón, al ver al pueblo encantado con su becerro, no quiso desencantarles, ya que temió que, si se oponía, se produjese algún tumulto que degenerase en violencia, y así les edificó un altar, y proclamó una fiesta de dedicación a Jehová (v. Éxo 32:5), porque, tanto él como el pueblo, no eran tan brutos como para imaginarse que este becerro era en sí mismo un dios, sino que lo tuvieron por representación del Dios verdadero al que pretendían adorar en y a través de esta imagen. Estaban quebrantando, no el primer mandamiento de la Ley, sino el segundo. Parece ser que Aarón quiso todavía dar largas al asunto y dejó la celebración para el día siguiente; esperaba que para entonces ya habría bajado Moisés del monte. El pueblo estaba deseoso de celebrar esta fiesta, puesto que al día siguiente madrugaron (v. Éxo 32:6), para mostrar cuán satisfechos estaban con la solemnidad y, de acuerdo con los antiguos ritos del culto, ofrecieron sacrificio a esta reciente deidad, y luego celebraron el correspondiente banquete sacrificial; así que, habiendo fabricado este dios a expensas de sus zarcillos, ahora se esforzaban en tenerle propicio a expensas de su ganado. Ahora bien: 1. Es extraño que alguien del pueblo, especialmente un número tan considerable de israelitas hicieran cosa semejante. ¿No habían oído hacía pocos días, en este mismo lugar, la voz del Señor Jehová que les decía desde en medio del fuego: No te harás imagen ni ninguna semejanza? (Éxo 20:4). ¿Y no habían ellos sellado solemnemente el pacto con Dios, y prometido que harían todo cuanto Él les había dicho, y que serían obedientes? (Éxo 24:7). Hicieron un becerro en Horeb, el mismo lugar en el que había sido dada la Ley. Hicieron lo contrario de lo que hacen los que reciben el Evangelio: inmediatamente se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos (1Ts 1:9). 2. Es especialmente extraño que Aarón quedase tan implicado en este pecado, ¡hasta el punto de hacer él mismo el becerro y proclamar la fiesta para él! ¿Es éste el mismo Aarón, que estuvo con Moisés en el monte (Éxo 19:24; Éxo 24:9), y vio que allí no había ninguna especie de semejanza, a base de la cual pudiesen hacer una imagen? ¿Pudo él ser cómplice y promotor de esta rebelión contra Dios? ¿Cómo es posible que fuese capaz de cometer semejante pecado? La tradición de los judíos da la siguiente explicación: Su colega Hur se opuso a los deseos del pueblo y la gente enfurecida le apedreo hasta matarle (y ésta es la razón por la que no volvemos a saber nada de él); y como Aarón era un hombre de carácter pacífico, prefirió como mal menor acceder a los deseos del pueblo antes que provocar una división que habría tenido sangrientas consecuencias.

Éxodo 32:1 explicación
Éxodo 32:1 reflexión para meditar
Éxodo 32:1 resumen corto para entender
Éxodo 32:1 explicación teológica para estudiar
Éxodo 32:1 resumen para niños
Éxodo 32:1 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí