Imagina que tu vida es un jardín y que cada amistad es una hermosa flor. El jardín de tu vida debe regado, cuidado y nutrido con regularidad. No dejes que inútiles e insignificantes diferencias maten, y acaben con la belleza de esas flores. Recuerda: ¡Tú eres el Jardinero de tus amistades!
Efesios 4:31-42 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Hola me gustan las reflecciones q dan seria mas practicos si podria copiarlos y enviarlos a mis seres queridos
Excelente Pablo, si deseas publicar nuestros escritos a tus seres queridos, es solo usar los botones para este propósito. ¡Bendiciones!
Las flores del jardín de la amistad, deben ser cuidadas diariamente, y tratar siempre de que las malas hierbas no las dañen…