Isaías 25:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Isaías 25:1 | Comentario Bíblico Online

1. El profeta decide alabar a Dios (v. Isa 25:1): «Jehová, tú eres mi Dios, el Dios que ha pactado conmigo». Cuando Dios está castigando a los reyes de la tierra sobre la tierra (Isa 24:21), un pobre profeta puede acercarse a Dios y, con humilde franqueza, decirle: «Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre».

2. Se satisface con el pensamiento de que también otros se verán incitados a alabar a Dios (v. Isa 25:3): «Por esto te dará gloria un pueblo fuerte, te temerá una ciudad de gentes terribles». Son aquí un pueblo y una ciudad enemigos los que van a dar gloria al Dios de Israel. ¿Cómo? O al convertirse y glorificar a Dios en unión con los que son Su pueblo, o, al menos, al quedar convictos de debilidad e impotencia al verse obligados a reconocer que han sido derrotados por un poder sobrehumano. En efecto, esa «ciudad» (vv. Isa 25:2, Isa 25:3) que aquí, como en Isa 24:10, Isa 24:12 y Isa 26:5, Isa 26:6, no es una ciudad determinada, sino el símbolo de toda fortaleza que se opone a Dios, se ve convertida en un montón de ruinas (v. Isa 25:2), mientras Sion, la ciudad fuerte, porque tiene a su Dios y Salvador por muros y antemuro (Isa 26:1), será un día reedificada y establecida a perpetuidad. Téngase en cuenta el carácter escatológico de los capítulos Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13.

3. Isaías observa los motivos que hay para rendir a Dios alabanza y acción de gracias: Son cosas maravillosas (v. Isa 25:1), con las que Jehová cumple con perfecta fidelidad las promesas hechas a los patriarcas. En cumplimiento de esas promesas: (A) destruye a los enemigos de Su pueblo, haciéndoles morder el polvo de la derrota (vv. Isa 25:2, Isa 25:3, Isa 25:5); (B) levanta y protege a los suyos, a los pobres y menesterosos que ponen su confianza solamente en Él (v. Isa 25:4), y hace que todos los esfuerzos de los violentos enemigos de Dios y de Su pueblo se estrellen como un turbión contra el muro (v. Isa 25:4).

4. El pobre y el menesteroso de Israel pueden cantar victoria, porque pertenecen al pueblo de Dios; en cambio, los enemigos de Israel son llamados extraños (v. Isa 25:2), terribles (v. Isa 25:3), violentos (v. Isa 25:4), extranjeros (v. Isa 25:5) y tiranos (v. Isa 25:5). Quienes no tienen respeto a Dios, por fuerza han de ser terribles y odiosos para los hombres; no pueden infundir amor, sino miedo.

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