Jeremías 15:15 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Jeremías 15:15 | Comentario Bíblico Online

I. El profeta se dirige ahora humildemente a Dios (v. Jer 15:15): «Tú lo sabes, oh Jehová. Tú sabes lo que sufro por cumplir fielmente la comisión que me encomendaste; los demás no quieren percatarse de ello, pero tú lo conoces todo».

1. El profeta pide a Dios (v. Jer 15:15): (A) Que considere su caso y se acuerde de él para bien: «¡Acuérdate de mí!» (B) Que le de fuerzas y consuelo: «Visítame». (C) Que se manifieste a favor de él: «Véngate a mi favor de mis perseguidores» (lit.) o «vindícame de mis perseguidores». Más allá de esto, un hombre piadoso no desearía que Dios le vengase. ¡Hágase algo para convencer al mundo de que Jeremías es un hombre justo, y de que el Dios a quien sirve es un Dios justo! (D) Que le preserve la vida: «No me dejes perecer en la prolongación de tu enojo». Aunque, en un momento de gran depresión (v. Jer 15:10, comp. con Jer 20:14-18), se lamentó de haber nacido, desea ahora, no obstante, que el momento de su muerte no se apresure, pues la vida es dulce para la naturaleza, y la vida de un hombre útil es también dulce para la gracia.

2. Apela a Dios en petición de misericordia y de alivio contra sus enemigos, perseguidores y calumniadores, y le dice a Dios:

(A) Que el honor de Dios está interesado en este caso (v. Jer 15:15, al final): «Sábete (el hebreo está en imperativo) que por tu causa sufro ultraje». Si es por hacer el bien por lo que sufrimos ultrajes, y por llevar una vida piadosa por lo que se dicen contra nosotros toda clase de males, podemos esperar que Dios vindique nuestro honor juntamente con el Suyo. Con el mismo objeto dice al final del v. Jer 15:16: «Porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de las huestes».

(B) Que la palabra de Dios, la que él empleaba en predicar a otros, la había experimentado él mismo en su alma y, por tanto, tenía las gracias del Espíritu que le cualificaban para el favor divino, lo mismo que sus dones. Jeremías pudo decir (v. Jer 15:16): «Fueron halladas tus palabras, halladas por mí, cuando descendieron sobre mí en el espíritu de profecía y halladas en mí cuando las recibí gustoso, y no sólo las probé, sino que las comí enteramente; las recibí como el alimento más exquisito para una persona que está hambrienta». Al profeta se le pide que coma el rollo (comp. con Eze 2:8; Apo 10:9); y tus palabras fueron para mí un gozo y la alegría de mi corazón; ninguna otra cosa pudo serme más agradable. Esto se puede entender:

(a) Del mensaje mismo que iba a proclamar. Aunque iba a predecir la ruina de su país, que le era tan querido, y en cuya ruina no podría menos de tener una notable participación, todos sus naturales sentimientos, no obstante, quedaron engullidos en su celo por la gloria de Dios, y aun estos mensajes de ira, al ser mensajes divinos, eran una satisfacción para él. Por supuesto, al principio se había regocijado en la esperanza de que el pueblo tomaría buena nota de sus advertencias y evitaría el juicio de Dios.

(b) De la comisión que había recibido para proclamar el mensaje. Aun cuando la obra a la que había sido llamado no comportaba ventajas de tipo material, sino que, al contrario, le exponía al desprecio y a la persecución, era para él alimento y bebida hacer la voluntad del que le había enviado (Jua 4:34).

(c) De la promesa que le había hecho Dios de que le asistiría en todo momento, mientras ejercitase fielmente su ministerio (Jer 1:8).

(C) Que se había dedicado al desempeño de su ministerio con seriedad y abnegación, aunque recientemente había encontrado poca satisfacción en él (v. Jer 15:17): «No me senté en compañía de gente alegre ni me regocijé; me senté solo, pasé largo tiempo en mi habitación privada, por causa de tu mano que pesaba sobre mí». Esta frase «por causa de tu mano» recibe diferentes interpretaciones: (a) «porque me oprimía tu mano» (Asensio); (b) «porque me daba fuerza tu mano» (M. Henry y Freedman, quien cita 2Re 3:15; Isa 8:11; Eze 3:14). Según la interpretación que se escoja, será también el matiz con que haya de entenderse la frase final del versículo Jer 15:17: «porque me llenaste de indignación» (¿indignación de quién contra quién?)

(D) Se arroja en brazos de la compasión y de la promesa de Dios en una súplica apasionada (v. Jer 15:18): «¿Por qué es perpetuo mi dolor y no se hace nada para aliviarlo? ¿Acaso el que es fuente de aguas vivas (Jer 2:13) será para mí como arroyo ilusorio, puro espejismo (Job 6:15), como aguas que no son estables, cisternas resquebrajadas que no retienen agua?»

II. Benigna respuesta de Dios a esta quejumbrosa oración de Jeremías (vv. Jer 15:19-21).

1. Lo que Dios requiere de él. Dios le va a proteger, pero:

(A) Él ha de abandonar su mal humor y continuar gozoso su ministerio (v. Jer 15:19): «Si te vuelves dice Jehová , yo te restauraré y delante de mí estarás: si te arrepientes de esos malos sentimientos que has expresado, gozarás de mi favor y continuarás tu ministerio en presencia de mí». Sólo así podrá Jeremías ver las cosas en la misma perspectiva en que Dios las ve.

(B) Ha de resolver ser fiel en su obra. Aunque no había motivo para acusar a Jeremías de infidelidad, y Dios sabía que el corazón del profeta era sincero, era conveniente darle este aviso: «Si entresacas (v. Jer 15:19) lo precioso de lo vil, los buenos pensamientos acerca de mi carácter de entre esas sospechas que has abrigado (interpretación más probable), serás como mi boca, esto es, serás mi portavoz».

(C) En su trato con los demás, ha de procurar no descender al nivel de ellos, sino hacer que ellos se eleven al nivel de él, que es el nivel espiritual que Dios desea (v. Jer 15:19): «Que se vuelvan ellos a ti, y tú no te vuelvas a ellos».

2. Lo que Dios le promete. Si él se porta fielmente:

(A) Dios le tranquilizará la mente y pacificará el presente tumulto de su espíritu: «Si te vuelves, yo te restauraré» (v. Jer 15:19, comp. con Sal 23:3).

(B) Dios le empleará en Su servicio como profeta: «y delante de mí estarás, para recibir de mi instrucciones y órdenes, como un criado de su amo, y serás como mi boca para dar mensajes al pueblo, como un embajador es la boca del príncipe que le envía».

(C) Tendrá fuerza y valor para afrontar las muchas dificultades que halla en su trabajo, y su ánimo no decaerá como al presente (v. Jer 15:20): «Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, al que, por mucho que las tempestades lo batan, no lo pueden sacudir. No te rebajes al nivel de ellos mediante complacencias pecaminosas, y confía entonces en que tu Dios te armará, por medio de Su gracia, con santas resoluciones. No cobardees y Dios te hará atrevido». Se había quejado antes de que había nacido como hombre de contienda. «Tienes que esperar serlo le dice Dios ; pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti».

(D) Tendrá en Dios a un poderoso Libertador (v. Jer 15:20, al final): «Porque yo estoy contigo para guardarte y para librarte, dice Jehová». Quienes tienen consigo a Dios, tienen consigo un Salvador que posee sabiduría y poder suficientes para habérselas con el más formidable enemigo (v. Jer 15:21). Hay muchas cosas que se presentan muy atemorizadoras, pero no resultan en modo alguno dañosas para una persona piadosa.

Jeremías 15:15 explicación
Jeremías 15:15 reflexión para meditar
Jeremías 15:15 resumen corto para entender
Jeremías 15:15 explicación teológica para estudiar
Jeremías 15:15 resumen para niños
Jeremías 15:15 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí