Jeremías 9:12 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Jeremías 9:12 | Comentario Bíblico Online

Dos cosas intenta el profeta en estos versículos con referencia a la inminente destrucción de Judá y de Jerusalén: 1. Convencer al pueblo de la justicia de Dios al traer sobre sí mismos, por medio de sus pecados, dicha destrucción. 2. Impresionarles con la descripción de la grandeza de la desolación, a fin de que, ante la terrible perspectiva de ella, puedan ser despertados al arrepentimiento y a la reforma de vida.

I. Hace un llamamiento a los hombres reflexivos para que muestren al pueblo la equidad de los procedimientos divinos, aunque parezcan duros (v. Jer 9:12): «¿Quién es el varón sabio que pueda entender esto? ¿Y a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? Os jactáis de vuestra sabiduría y de los profetas que tenéis entre vosotros; presentad uno, y él se dará cuenta en seguida de que Dios tiene motivos para contender con este pueblo». Sin embargo, es posible que Freedman esté en lo cierto cuando dice: «La pregunta es probablemente retórica y expresa su oración ferviente: ¡Ojalá fuesen lo bastante sabios como para entender la causa de su caída y reconocer la verdad de la admonición de Dios!» En todo caso, a la pregunta «¿Por qué causa ha perecido la tierra, etc.?», Dios va a dar una respuesta completa.

1. El proceso presentado contra ellos, con apoyo en el cual han sido hallados culpables (vv. Jer 9:13, Jer 9:14).

(A) Han renegado de la pleitesía que deben a su legítimo Soberano. «Porque dejaron mi ley, dice Jehová (v. Jer 9:13), … y no obedecieron a mi voz ni caminaron conforme a ella, por eso ha perecido la tierra (v. Jer 9:12)».

(B) Han entrado al servicio de usurpadores; no sólo le han retirado a su Rey la obediencia, sino que se han levantado en armas contra Él. Han decidido seguir su propia voluntad, la voluntad de la carne, o la mente carnal, en contradicción a la voluntad de Dios (v. Jer 9:14): «sino que se fueron tras la terquedad de su corazón; querían actuar como les pluguiese, por mucho que Dios y la conciencia les indicasen lo contrario, y así se fueron en pos de los baales, pues habían tenido muchos baales: el Baal de Peor y el Baal de Berith; el Baal de aquí y el Baal de allá, así tenían muchos señores (pues eso es lo que Baalim, en plural, significa)». Obraban así (v. Jer 9:14, al final) «según les enseñaron sus padres». Comenta Freedman: «El pecado engendra pecado; la presente generación estaba sufriendo, al menos en parte, por causa de la malvada herencia que habían recibido de anteriores generaciones. En ese sentido ha de entenderse Éxo 20:5: la iniquidad de los padres conduce al pecado a las siguientes generaciones, y esto, naturalmente, comporta su castigo».

2. La sentencia contra los rebeldes convictos ha de ser ejecutada ahora. Lo ha dicho Jehová de las huestes, el Dios de Israel (vv. Jer 9:15, Jer 9:16) y, ¿quién podrá revocarlo? Las comodidades que antes tenían darán paso a las mayores incomodidades (v. Jer 9:15): «Yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel», «metáforas que expresan la amargura de la aflicción (v. en Jer 8:14)» (Freedman). Todo cuanto les rodee servirá para aterrorizarles. Dios maldecirá sus bendiciones (Mal 2:2). Su dispersión fuera de la patria será su destrucción (v. Jer 9:16): «Los esparciré entre las naciones … y enviaré la espada en pos de ellos, hasta que los consuma, no a todos, pero sí a la mayoría». Han violado esa verdad que es el cimiento y el vínculo de la sociedad y del trato mutuo y, por eso, justamente son pulverizados y esparcidos entre las naciones paganas. Y ahora podemos ver por qué motivo perece la tierra; toda esta desolación se debe enteramente a las malvadas obras de ellos.

II. Convoca a las plañideras para que vengan a pronunciar lamentación por estas calamidades que habían venido o estaban a punto de venir sobre ellos, para que la nación se prepare a recibir lo que les viene encima (v. Jer 9:17).

1. Hay aquí buen trabajo para los llorones de oficio, bien retribuidos ya que los verdaderos parientes se ríen en vez de llorar: «Considerad y llamad a las plañideras … buscad a las hábiles en el oficio, para que vengan». La cosa urge, porque la catástrofe es inminente (v. Jer 9:18): «y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, para que, de este modo, «con sus cantos lúgubres provoquen entre los supervivientes un llanto general» (Asensio), como lo expresa el resto del versículo Jer 9:18.

2. También hay trabajo para los llorones de veras, pues la escena presente no puede ser más trágica (v. Jer 9:19): «Porque de Sion fue oída voz de endecha». Hay quienes entienden esto como si se tratase del lamento de las plañideras, pero es más bien un eco de ese lamento: los que se habían sentido conmovidos por las endechas de las plañideras se unen ahora de corazón a sus lamentos. En Sion se solía oír la voz del júbilo y de la alabanza, mientras el pueblo se mantenía adherido a su Dios; pero el pecado alteró la nota: ahora es voz de lamentación.

3. Pero esta lamentación no está todavía bien orientada. Véase cómo hablan (v. Jer 9:19): «En gran manera hemos sido avergonzados, porque abandonamos la tierra (forzados por el enemigo a hacerlo) no dicen: «porque hemos abandonado a Jehová , porque han destruido nuestras moradas (lit. porque nuestras moradas nos han arrojado)» no dicen: «porque Jehová nos ha arrojado» . De este modo lamentan esos corazones no humillados sus calamidades, pero no sus iniquidades, que son la causa de ellas.

4. Para que las lamentaciones salgan del corazón, y no sean meramente una imitación de los llantos de las plañideras profesionales, Dios les habla ahora (v. Jer 9:20) a las mujeres y les dice: «Oíd palabra de Jehová y reciba vuestro oído la palabra de su boca: Enseñad endechas a vuestras hijas, y lamentación cada una a su amiga». Dice Freedman: «No se han de usar frases convencionales de lamentación; Dios dictará las frases apropiadas». El versículo Jer 9:21 trae dichas frases, terribles, pero verdaderas, pues han salido de la boca de Jehová. Nótese la personificación de la muerte en la frase (v. Jer 9:21, «la muerte ha subido por nuestras ventanas». Para dar más énfasis a toda esta endecha, hay un corte abrupto al comienzo del versículo Jer 9:22: «Habla: Así ha dicho Jehová, etc.». Lo más probable es que las frases que siguen en este versículo sean una predicción que Dios comunica a Jeremías para que las publique.

Jeremías 9:12 explicación
Jeremías 9:12 reflexión para meditar
Jeremías 9:12 resumen corto para entender
Jeremías 9:12 explicación teológica para estudiar
Jeremías 9:12 resumen para niños
Jeremías 9:12 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí