Estudio Bíblico | Explicación de Miqueas 1:5 | Comentario Bíblico Online
1. El centro de la corrupción de ambos reinos, el del norte y el del sur, eran (v. Miq 1:5) sus capitales respectivas, Samaria y Jerusalén. Los lugares altos, como ya sabemos, eran aquellos en que se daba culto, ya fuese a los dioses ajenos, ya fuese a Jehová, pero de forma indebida y mezclándolo con infiltraciones paganas, especialmente cananeas. Esos lugares altos tenían, con la mayor frecuencia, altares destinados a que en ellos se ofreciesen sacrificios a los ídolos (v., por ej., 2Re 12:3; 2Re 14:4; Eze 6:6).
2. Parece ser que la bella ciudad de Samaria había sido antes un viñedo (1Re 16:24). De ella (vv. Miq 1:6, Miq 1:7) no quedará más que un montón de piedras, las cuales descenderán al valle, y descubrirán los cimientos de la ciudad «para plantar viñas» (v. Miq 1:6). Lo que los asirios llevaron a cabo el año 721 a. de C., lo terminó del todo Juan Hircano el 207 a. de C.
3. Los «dones de rameras», de que habla el versículo Miq 1:7 b, apuntan a la conocida prostitución «sagrada». En virtud de la ley del talión, correrán la misma suerte, pues irán a parar a templos de ídolos. El profeta acumula expresiones que designan duelo y lamento (vv. Miq 1:8, Miq 1:9). Ir descalzo y desnudo (es decir, mal vestido) eran señales de duelo (v. 2Sa 15:30). Habla también de lanzar aullidos como de chacales y lamentos como de avestruces (v. Miq 1:8). Dice Buck: «También en Job 30:29 los lamentos se comparan con los gritos lastimeros de los avestruces y chacales».
4. La llaga del pueblo se llama incurable (v. Miq 1:9) porque afecta al propio corazón de la nación: Jerusalén. Y los compañeros en el pecado («la puerta de mi pueblo», el lugar de juicio v. Miq 1:9 ) serán también compañeros en el castigo, porque la paga del pecado es muerte (Rom 6:23).
