Historias Cristianas | Ilustraciones | Anécdotas de la Biblia Sobre SANTIFICAR para predicar en sermones
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Voltaire se dio cuenta de que el doctor Samuel Clarke siempre pronunciaba el nombre “Dios” con un aire de contemplación y de respecto. Confesó la impresión tan extraordinaria que esto le produjo, y le preguntó: –¿Por qué usted siempre menciona con tanta reverencia el nombre de la Divinidad?. –Insensiblemente me he acostumbrado a hacerlo así a causa de mi larga amistad con Newton, respondió seriamente Samuel Clarke. Entonces Voltaire agregó: –Esta costumbre, en verdad, es una que todos los hombres deben tener. La conclusión de Voltaire era, y es, correcta. Si creemos en Dios y en lo sagrado de la religión debemos tratarlo con reverencia.