Significado de BANCARIO, SISTEMA Según La Biblia | Concepto y Definición

BANCARIO, SISTEMA Significado Bíblico

¿Qué Es BANCARIO, SISTEMA En La Biblia?

La antigua Israel no tenía instituciones para préstamo de dinero ni bancos en el sentido moderno del concepto. Las transacciones comerciales y los préstamos a crédito estaban totalmente en manos de individuos en forma privada, de terratenientes y de comerciantes. Las culturas contemporáneas mesopotámicas prestaban dinero aplicando intereses (en algunos casos hasta un 33,3% anual). La tentación de los israelitas para realizar lo mismo se suprimía mediante leyes que prohibían la aplicación de recargos o intereses sobre los préstamos (Éxo 22:25; Lev 25:36-37; Eze 18:8). Según estos estatutos, solo a los extranjeros se les podía aplicar un interés sobre la deuda (Deu 23:20).
A veces se requerían prendas para garantizar un préstamo (Gén 38:17), pero artículos esenciales como la ropa no se podían retener durante la noche (Deu 24:12; Amó 2:8). También había que cumplir con un estricto protocolo para cobrar la deuda, donde el prestamista tenía prohibido entrar a la casa del deudor para “tomarle la prenda” (Deu 24:10-11). En épocas de hambre o de aplicación de impuestos elevados, un hombre podía hipotecar su casa y sus tierras colocando su trabajo como prenda, como si fuera la deuda de un esclavo, o la labor de su familia para devolver el préstamo (Neh 5:1-5; Sal 109:11). El abuso de este sistema se producía con tanta frecuencia que los profetas lo condenaron (Neh 5:6-13; Eze 22:12). Proverbios lo cataloga como necedad (Pro 17:18; Pro 22:26).
La incorporación generalizada del dinero acuñado después del 500 a.c. y el incremento de los viajes y el comercio en el Imperio Romano colaboraron en el establecimiento de instituciones bancarias en el período neotestamentario. El préstamo de dinero (gr. trapezites, de la mesa trapeza donde se realizaban los negocios) era una actividad común y aceptable en las ciudades. La parábola de los talentos (Mat 25:14-30) y la de las minas (Luc 19:11-27) que Jesús relató dan crédito a la práctica de entregar sumas de dinero a los banqueros para invertir u obtener intereses. Jesús condenó como “malo y negligente” al siervo que practicaba la antigua costumbre de enterrar el dinero para guardarlo (Jos 7:21).
No obstante, algunos involucrados en finanzas se aprovechaban de la gran cantidad de formas de dinero que circulaban en Palestina. Los agricultores y los comerciantes recurrían a dichas personas para pesar las monedas y cambiarlas por la dracma de Tiro, la moneda preferida en la ciudad. Los reglamentos referentes al impuesto del templo en Jerusalén también obraban a favor de los financistas. Los “cambistas”, conocidos como kollubistes, cobraban una tarifa de 12 gramos de plata (un kollubos) y colocaban sus mesas en el Patio de los Gentiles. Cambiaban moneda extranjera por la dracma de plata que requería la ley (Mat 17:24). La purificación que Jesús hizo del templo tal vez haya sido en parte una reacción frente a las prácticas injustas de estos cambistas (Mat 21:12-13; Mar 11:15-17; Jua 2:14-16).
El mismo templo se convirtió en un banco al recibir sumas de dinero enviadas por los judíos que se encontraban a lo largo de todo el imperio, prestando dinero para financiar negocios y realizar construcciones y otros programas. Pilato desató una ola de protesta cuando utilizó para construir un acueducto, los fondos del templo (Corban) que se debían utilizar exclusivamente con fines religiosos. Después de la destrucción del templo en el 70 d.c. , el emperador romano Vespasiano ordenó que se continuara pagando el impuesto y que se depositara en el templo de Júpiter.

Victor h. Matthews

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